Esta secuela se une al exclusivo club de las segundas partes tan buenas como la primera, con “El Padrino”, “Terminator” y “Superman”. Notable musical animado que explora el cambio como leitmotiv y el descubrir las raíces para aceptar la transformación, se cuenta muy distinto a la cinta original sin perder su identidad. ¿Que si hay una canción como “Libre soy”? Pues claro... y no solo eso, sino que se expande el universo congelado de esta buena apuesta Disney del digital a zonas novedosas, no solo geográficamente, sino que temáticamente, lo que le da una consistencia a la ahora saga, que ya se quisiera muchas cintas live action. Muy buena.
Animación. 2019. EE.UU. 103 min. T.E.