En un capítulo de “Todos somos técnicos”, el programa del CDF, el exmediocampista Marcelo Vega, ahora comentarista, dijo el mejor chiste de la semana.
En un escenario de crisis social profunda y violencia prolongada, lo que abunda son los memes y la crueldad, con incrustaciones sarcásticas y groseras. Algunos llenos de oportunismo, oportunidad y gracia, sin duda, pero como se dice: maldita la gracia que tienen.
La broma de Vega tuvo que ver con el problema que afecta a los programas deportivos, que ante campeonatos interrumpidos y parchados que no avanzan, se encuentran en sequía y sometidos al aire desértico de no tener de qué hablar, porque el único y gran tema —el estado del país y sus razones y soluciones— succiona la agenda.
Igual se sale adelante, por supuesto, ya que sin blablá no hay maná, como bien lo sabe la gente que es profesional, pero la broma del panelista resumía una situación que padece en carne propia.
Se pueden buscar temas por el lado de los aniversarios, recuerdos y remembranzas de orden personal, que necesariamente son aspectos laterales, o sea que duran poco, porque hablan de épocas remotas y difusas. Se dirá que no es posible el olvido de figuras y partidos, pero es justo lo contrario: así es como debe ser. Con generaciones que pasan y otras que llegan, y cada una vendrá con su propio equipaje de mitos, cuentos y mentiras.
Otra variante es llenar el vacío con asuntos diversos que pueden ser más contingentes o no tanto, pero a falta de centros llovidos, bicicletas, pases al vacío y paredes mal construidas, la alternativa es abrir el tenderete, apostar por el ofertón y hablar del mundo en general y de Chile en particular.
Y por supuesto que el fútbol internacional, con compatriotas incorporados, sigue presente, pero es la esencia la que no está. El caldo base de los programas deportivos no es la historia ni lo internacional, sino el fútbol criollo del día a día, con estadísticas y programación. Ese es el drama. Aunque sea mediocre y con tanto partido famélico y jugadores imprecisos, pero esa es la materia de los que escuchan, y de los que ven y escuchan, porque esto es radio y televisión.
Ante la ausencia de materia, el darse vuelta en lo mismo y no saber por dónde diablos salir, Marcelo Vega describió el momento actual con un hecho de la causa: “Tenemos menos temas que Wildo”.
Wildo (Wilfredo Labarca, 1951) es un destacado cantante chileno que integró la Nueva Ola y se le recuerda, al menos, por “Tu ausencia”, “Verano azul”, “Si lloro es por ti” y “Como tú”.
Lo de Marcelo Vega, por lo tanto, fue evidentemente una broma. Buena, eso sí.