Esta preciosa serie de HBO y la BBC es mucho mejor que la cinta de los 2000 con Nicole Kidman “La brújula dorada”, por una razón fundamental. En esta nueva adaptación de los títulos literarios de Philip Pullman el peso recae sobre los personajes y no en los efectos especiales para dar cuenta de los universos de fantasía que propone su trama: en un mundo que luce como el nuestro, pero que no lo es, una niña (Dafne Keen, el descubrimiento de “Logan”) será clave para vislumbrar el triunfo en una guerra solapada entre ciencia y religión, hechos y creencias, realidad versus superchería. Con un ritmo de aventura
in crescendo, esta serie es una equilibrada balanza entre una imaginería visual rica y detallada, con animales parlantes o demonios que acompañan a los humanos en un juego de máscaras y dobles lecturas que seguro los adultos sabrán ver mejor que los más jóvenes: estudio profundo de cómo un dogmático sistema de creencias como la religión puede a veces ser el peor enemigo, esta serie arrancó bien y quizás puede ayudar a los deudos de “Game of Thrones” a encontrar un nuevo hogar donde nutrirse de fantasía bien hecha y pensada. Muy buena.
Disponible en HBO Go.