Hay dos puntos interesantes en esta secuela de Maléfica, quizás de menor pericia que su original de 2014. Lo primero es la construcción de la Princesa Aurora como una líder joven, la Reina del Páramo. Esta Aurora de Elle Fanning puede leerse como un ejemplo positivo, tipo Greta Thunberg, quien desde un sano idealismo lucha contra las viejas maneras de hacer política, reñidas con la ética. La persona que actúa de forma cuestionable es una reina malvada a cargo de Michelle Pfeiffer. Se trata de un mensaje cargado de corrección política que no crece mayormente, como sí el segundo punto interesante: el segmento donde Maléfica (qué manera de llenar la pantalla Angelina Jolie) hace un viaje hacia sus orígenes, y que pudo haberse convertido en el tremendo gol de media cancha de la ahora franquicia. Pero en vez de caminar por un área nueva, la historia solo hace una finta y regresa a su zona de confort. Esta secuela de Maléfica, sin embargo, cumple para los niños: especialmente los más chicos. Animaciones digitales con un humor de guante blanco que corre bien y personajes al estilo del Disney más clásico.
“Maleficent: mistress of evil”. Aventura. 2019. 118 minutos. T.E.