Se comenta en el Congreso que van a contratar un catador de alimentos y bebidas para el diputado Pepe Auth. En la antigua Roma se le llamaba praegustator al personaje que ejercía el oficio de probar antes lo que comían o bebían los dignatarios importantes para evitar que los envenenaran.
Es que a Pepe Auth, la izquierda dura le agarró mala desde que lideró el rechazo dentro de las fuerzas opositoras a la acusación constitucional contra la ministra Marcela Cubillos. Y ganó.
Entonces, en venganza, trataron de hacerle daño de distintos modos. Imprimieron carteles donde le exigían que renunciara a su cargo de vicepresidente de la Cámara. Indagaron a sus hijos para ver si les pillaban algún desliz.
Luego siguieron con él mismo. Lo investigaron por todos lados. Partiendo por los pecados de moda. ¿Se había pasado alguna vez una luz roja? ¿Usa lenguaje inclusivo en público y en privado? ¿Cambia de canal cuando está hablando Greta o escucha sus discursos completos? ¿Fumó alguna vez en alguna plaza de Las Condes? ¿Comió carne de vaca emisora de gas metano a través de sus flatulencias? ¿Por qué tiene la piel clara y el pelo medio rubio? ¿Fue a colegio pagado, usó bolsón de cuero? ¿Es nazi su apellido Auth? ¿Y su segundo apellido Stewart… tendrá que ver con Rod Stewart, el cantante británico; estará a favor del Brexit?
No me extrañaría que Pepe Auth hubiese encontrado a su conejo o a su gato hirviendo en una olla de su cocina esta semana. O que hubiesen bañado con el pegamento “La Gotita” el teclado de su computador en el hemiciclo.
O peor. Capaz que le hayan hecho la maldad de moda en Santiago. En el chat de WhatsApp con sus correligionarios de la oposición, los otros miembros se pusieron de acuerdo y cambiaron el nombre del grupo desde “bancada opositora” a “porno infantil”. Luego se salieron todos rápidamente del grupo y lo dejaron solo a él. Entonces, el robot de WhatsApp descubrió a Pepe Auth siendo parte de un grupo que se llama “porno infantil” y le bloqueó su cuenta para siempre y dio aviso a las autoridades. No va a estar fácil para Pepe Auth entrar de nuevo a EE.UU.
En fin. Las maneras de hacerlo sufrir pueden ser infinitas. Pero los que quieren fulminarlo no tendrán éxito.
Porque Pepe Auth no está solo. Hay gente que ya se dio cuenta de que el diputado se convirtió esta semana en el líder de una “Nueva Minoría”. Por ahora, su ejército consta de tres o cuatro diputados; o sea, no es más que una patrulla. Pero ese grupito tiene la fuerza suficiente como para dar y quitar poder a las grandes fuerzas políticas. Ellos deciden si se destituye o no a la ministra Cubillos. En sus manos está la reforma tributaria. O las 40 horas. O la reforma previsional. La “Nueva Minoría” es la única capaz de construir una mayoría. Qué paradoja.
Bueno, los que ya vieron eso son los que están fundando el “Movimiento Autista”. O Authista, en rigor. Da lo mismo cómo se escribe, porque se dice de la misma manera. Es un grupo algo ensimismado, quizás, pero tiene futuro.
Acuérdense de mí.