No es raro asociar el cine del director James Gray con el eco que dejó en el Nuevo Hollywood la filmografía de Francis Ford Coppola: su extraordinaria cinta “Los dueños de la noche” (2007) funciona como un reverso de “El Padrino” (1972) ya que en vez del hijo mafioso que lucha contra su destino criminal, se trata del hijo de una familia de policías evitando su sino como hombre de ley. “Ad Astra” respira de la fuente de “Apocalipsis now” (1979) y en este viaje fuera de la Tierra, Brad Pitt debe contactar a su padre, Tommy Lee Jones, oculto en Neptuno y aparente responsable de una crisis apocalíptica. Este es un viaje al espacio exterior que toma una íntima ruta interior. Pitt devora la cámara como este astronauta espiritualmente fracturado y en busca de una figura referencial, y es un reflejo de Martin Sheen buscando a Marlon Brando, ese militar atrapado detrás de los velos de la locura en “Apocalipsis now”. “Ad Astra” es magnífica, un deleite sensorial y sicológico y un tipo de cine que ya no se hace: adulto, maduro y exquisito.
Ciencia ficción. EE.UU. 2019. 123 minutos. T.E.