Precedidos por la fama de sus más de 15 años de trabajo, Pablo Bagnara y Francesca Margozzini, exitosos banqueteros, acaban de inaugurar su nueva apuesta en el taquillero edificio CV: La Dicha.
Un lugar estiloso, informal, cálido, lleno de detalles que le dan el toque especial, como la enorme barra de mármol de siete metros, coronada por luminosas lámparas. Da la impresión de estar en un
living, con sillones rodeando las mesas. En dos niveles, las plantas ocupan un lugar clave.
El mozo era como para darle un galvano al empleado del mes: sabía a la perfección el espíritu del nuevo local, su inspiración y cada plato que recomendaba. Así da gusto, la verdad. Se nota la preparación y el esfuerzo en calificar al personal.
Su carta —aclaran que está probándose— no tiene desperdicio. Como, por ejemplo, un tiradito de trucha con salsa ponzu, coronado con pequeños montoncitos de papas hilo que le daban el toque crujiente. Estupendo, sencillo y delicioso. Luego, unos canapés (¡qué nostalgia!) de locos, en los que el molusco venía cortado en pequeños cuadritos y debidamente aliñado (¿con palta?). Nada que decir. Para seguir probando, unas
gyosas de cerdo, con salsa
unagi, delicadas y exquisitas.
De platos de fondo, unos langostinos a la parrilla (casi dulces por el proceso) con salsa
yakicucho (fusión del
yakitori japonés y anticucho peruano) y
risotto de mote, con ají amarillo y mascarpone.
Un plato sorprendente al que no cabe otra que rendirse. Increíble. También se probó un cochinillo confitado en su salsa con puré de verduras. La carne estaba perfecta en cocción, una especie de
pork belly, muy lograda, y su puré suave, sin emocionar demasiado. Para terminar, se probó el crocante de peras, otra oda a los sentidos.
Una cocina estupenda. Creativa, jugada, diferente a lo habitual y llena de tentaciones. Con carácter propio. Buen comienzo. ¡Bienvenidos!
LA DICHA
Dirección: Alonso de Córdova 4355, edificio CV
Reservas: 984119608
Precio por pareja: $70.000. Cerrado domingos noche y lunes.