Cuando se entra en la vejeztud, como es mi caso desde hace rato, una de las características del período es que a uno le pregunten por sucesos cada vez más antiguos. Es riesgoso porque las preguntas van a veces demasiado atrás. Esta vez las dos preguntas que recibí, una en Twitter y la otra en un grupo de Whatsapp, son cercanas y las tengo claras.
El sábado pasado murió, a los 93 años, Rudi Gutendorf, el entrenador alemán que dirigió brevemente a Chile en el rumbo hacia el Mundial de Alemania 1974. No lo clasificó, como suele informarse (la clasificación la consiguió Luis Álamos) y dejó el recuerdo de un técnico algo extravagante, con un perro sociable (no sé si tanto como los de Alexis), que llamó a muchos seleccionados (parece que más que Rueda) y con una novia o esposa llamativa que no tuiteaba (claro que no existía Twitter).
Por supuesto, me preguntaron por el alemán. Menos preguntaron los reporteros de febrero de 1972, cuando él llegó, pues no se comentó sobre su breve paso reciente por Perú, donde dirigió a Sporting Cristal. En efecto, Gutendorf cayó mal a los seleccionados peruanos, que no aceptaron entrenar en doble jornada (como se sabe a los futbolistas peruanos les gusta menos entrenar y les gusta más tomar que a los chilenos). Muchos años después los seleccionados confesaron que le habían hecho la cama al alemán (lo de Colo Colo tal vez se sepa más rápido). Eso sucedió en 1971.
Lo que nos atañe es que a Chile llegó al año siguiente, cuando el entrenador de la Roja era Raúl Pino, técnico chileno y sin perro, que dirigió cuando el alemán ya estaba en Pinto Durán y Gutendorf pidió verlo entrenar. En sus primeros contactos con la prensa, el alemán llamó a jugadores consagrados, descartando la renovación, a diferencia de Rueda, pues “Más vale tener un buen equipo de viejos que uno malo con jóvenes”.
No le pareció que los chilenos se preocuparan de la carne “habiendo tantos mariscos y pescados”, “mis jugadores deben tener voluntad, no creo que haya flojos solamente en Chile y Sudamérica”, “el ideal de las prácticas es trabajar mañana y tarde, pero entiendo que los clubes y los propios jugadores se opongan”.
De ese modo, las prácticas iniciales resultaron ser un chiste. Los clubes autorizaban a sus jugadores a no asistir a las prácticas y los de Colo Colo decían que aceptaban el nuevo estilo, pero con entrenamientos solo en la mañana. Y Raúl Pino, se decía, hacía chiste imitando al alemán.
Como sea, Chile hizo buen papel en el “minimundial” de Brasil y Gutendorf estiró su estadía en Chile por ocho meses intentando que el seleccionado jugara cerrojo. Luego llegaría, una vez más, el salvador “Zorro” Álamos.
La otra pregunta se refería al partido clasificatorio al Mundial de Alemania, aquel historiado desempate con Perú en Montevideo. ¿De quién fue el gol del triunfo chileno? ¿De Carlos Reinoso o de Rogelio Farías? Fue de Rogelio Farías. Yo estaba ahí, en el Centenario de Montevideo. ¿Por qué sostengo eso? Ya es más largo de explicar.