“Juego contra fuego”, el programa que debutó la semana pasada a las 15:30 horas en Canal 13, fue pensado inicialmente para el bloque matinal. Pero la nueva administración de la señal decidió ir contra la lógica de que la dueña de casa está más dispuesta a cocinar y ver recetas en la mañana y se la jugó por contraprogramar en un horario en que las teleseries, específicamente los melodramas, son las grandes protagonistas.
Así, el espacio que conduce Leo Caprile y que realiza la productora Cooking Media partió con el desafío de ganarse un espacio en ese bloque de la tarde, liderado por la eterna “Verdades ocultas” (Mega) —que promedia 20,7 puntos—. En sus primeros días en pantalla ha cumplido su objetivo a medias y expectante a la cúpula de la señal, ya que si bien los 4,4 puntos de rating que promedia son los mismos que marcaba antes la repetición de “Amor a la Catalán”, a un programa con capítulos frescos cada día se le debe exigir más.
Aunque se valora el arrojo de Canal 13 de contraprogramar y darle variedad de contenidos al horario, el espacio donde dos participantes responden preguntas sobre cocina, alimentos y aliños, no consigue cuajar del todo. Leo Caprile, uno de los animadores con más trayectoria y chispa de la televisión, se muestra demasiado maqueteado entre preguntas y excesivas menciones comerciales, mientras que las risas y cantidad de “ooh”, “aaah” y un etcétera de exclamaciones grabadas que se escuchan cada vez que un participante hace una intervención, nos trasladan a una televisión de hace décadas, que no tiene mucho que ver con los códigos y el ritmo de los programas de concurso actuales, bastante menos estructurados.
Además, las preguntas sobre cocina y conceptos relativos ocupan, al menos, tres cuartas partes del programa y solo en el penúltimo bloque llega el momento de cocinar el plato propuesto por el concursante que tuvo más aciertos en los cuestionarios. En esa instancia, que no dura más de veinte minutos, también se produce el desenlace del concurso, donde un famoso es invitado a probar los dos platos que se cocinaron —con los mismos ingredientes, pero recetas personales— y a elegir al ganador. Así, Josefina Montané, Francisca García-Huidobro, Marlen Olivari, Carlos Díaz y Michelle Adam, entre otros invitados, apenas alcanzaron a pisar el estudio y poner caras de placer o desagrado en la degustación.
Con todo, se puede entender que “Juego contra fuego” está en su recta de partida y que como programa grabado puede mejorar con creces sus baches iniciales. Talento de sobra tiene su director de contenidos, Nicolás Quesille, el exproductor de reality shows que vuelve con este programa—aunque a través de la productora—a las pantallas de Canal 13. Lo mismo Leo Caprile que, eso sí, se agradece tenerlo nuevamente en pantalla tras su paso por TVN en “La Vega”.