No deja de ser interesante que cuando Jonah Hill, estrella de “Superbad” (2007) o “El lobo de Wall Street” (2013), decide escribir y dirigir una película elija hacer una cinta de escala tan pequeña, de pies tan pegados a la tierra, de perfil tan independiente. Cuesta creer que este actor de apenas 35 años, que ya ha trabajado con Scorsese, Tarantino, Apatow, los hermanos Duplass y los hermanos Coen, y es hoy uno de los rostros más reconocidos de Hollywood contemporáneo, no esté pensando –de convertirse en un director regular– en asumir proyectos más ambiciosos, pero, por ahora, se agradece que haya limitado explícitamente su rango de acción, al tiempo que evitó tentarse por filmar otra comedia que intenta ser inteligente y termina llena de sarcasmos y citas a otras películas, hecha para que se rían los amigos y la gente que ha visto mucho televisión.
La recién estrenada “En los 90” sigue a un niño, Stevie (Sunny Suljic), en esa edad que recién entra a la adolescencia, que vive con una madre soltera y errática (Katherine Waterston) y un hermano mayor distante y abusivo (Lucas Hedges) y que, desorientado sobre su lugar en el mundo, encuentra amigos entre un grupo de
skateboarders, mayores que él pero que lo acogen como una especie de mascota, en medio de un verano caluroso de Los Angeles a mediados de los años noventa. Hill podría haber caído en la trampa de hacer de la cinta un compilado de nostalgia noventera, perfecta para quienes vivimos la juventud en torno a esa década, pero si bien hay guiños de complicidad generacional, especialmente en la música elegida, la película prefiere decantar por el drama social. Estos adolescentes fanáticos del
skate, bocones, choros, que pasan el día en la calle, son de temer pero son también pobres, con padres ausentes o crueles, enfrentados a un mundo que no se ve en absoluto acogedor o receptivo. Antes que gozar el verano o la libertad, se ven aburridos, sin ideas, ansiosos de acción o de aventura, asuntos que buscan a veces en fiestas o en el alcohol. El más necesitado de todo esto parece ser el pequeño Stevie, que para obtener de sus nuevos amigos la aprobación que no obtiene de su hermano mayor se entusiasma en un espiral de excesos, donde el gozo de ser uno más de la tropa pronto se torna oscuro.
Caben pocas dudas de que Hill extrema el caso y algunos de los recursos que utiliza. De hecho, el no manejar los énfasis adecuadamente parece ser la principal debilidad de su opera prima. La excesiva crueldad del hermano mayor de Stevie no tiene origen claro ni un sentido dada la configuración de la familia, de un padre ausente y una madre que, pese a su torpeza, se ve preocupada y afectuosa. Dicho de otra forma, si este hermano es tan importante para Stevie y pese a eso actúa de una manera tan gratuitamente hiriente, por qué no se desarrolló mejor a ese personaje. Algo parecido sucede con los conflictos que nacen al interior de la tropa de
skaters: si bien se explican, están más subrayados de lo necesario, marcados al punto de que casi insultan la inteligencia del espectador. Son, uno imagina, errores muy propios de un director primerizo que aún no confía en sus recursos o en la potencia expresiva del mismo cine. Así, “En los 90” tiene más obviedades de las necesarias y más melodrama del justificado por la misma historia, pero estos defectos no alcanzan a arruinar la película. Especialmente porque Hill imprime, incluso en sus personajes más extraviados, una ternura muy especial. Guardando las comparaciones con “Calles peligrosas” (1973), una inspiración muy directa de esta cinta, estos
skaters serán algo tontos, malcriados o irresponsables, pero conservan cierta nobleza interior, cierta calidez y entereza que los salva de la perdición. Incluso es posible que terminen por encontrar su lugar en el mundo.
“En los 90”
Dirigida por Jonah Hill.
Con Sunny Suljic, Katherine Waterston, Lucas Hedges.
Estados Unidos, 2018
85 minutos.