Lo de Jon Favreau es trabajo de artesanía puro. Desde que le dio el puntapié inicial al universo Marvel, este actor devenido en pulcro director que sorprendió con su realista adaptación del clásico de Disney “El libro de la selva” (2016) ahora hace del remake del clásico animado “El rey León” (1994) un homenaje digno. Y bastante bueno. Meterse con la tragedia de Simba en versión animada no era fácil, pero Favreau sortea el desafío con impresionantes versiones “realistas” de la sabana africana y los animales parlantes que van casi cuadro por cuadro reproduciendo el original. Están los mismos grandes hitos musicales (“Hakuna Matata”), hay nuevas canciones, pero la esencia es la misma: una emocionante traición shakesperiana en medio del poder donde el villano Scar se roba más la película que en la versión animada. Quizás eso se deba a la forma en que toma este modelo Favreau: el énfasis está más controlado y el hiperrealismo de todo lo que vemos aterriza más las cosas al plano humano. O sea, “El rey león” nuevo, a pesar de ser más “animal”, al final está más domesticado, y “El rey león” animado, a pesar de ser más antropomorfizado, era más animal. Pero libre o en cautiverio el resultado es parecido: un rugido de emoción a la vena. Muy buena.
“The lion king”. EE.UU. Animación. 2019. 118 minutos. T.E.