Esta serie de animación japonesa es un estreno en Netflix. Aunque su data es de 1995, su calidad de debutante en la señal de streaming certifica aquello de las grandes piezas: no envejece ni un día. Animé que mezcla el kaiju (monstruos gigantes) con el mekka (robots gigantes), esto no es un juego de niños. De hecho, no es recomendable para niños. Se trata de un hito que ha influenciado el cine, el cómic y la literatura gracias a su combinación de poesía visual con una bien construida introspección sicológica. El protagonista, un chico de 14, debe subirse y pilotar por primera vez un robot para salvar lo que queda de humanidad. Monstruos gigantes llamados Ángeles atacan la Tierra, y el combo formado por un padre ausente y autoritario, despertar sexual y soledad infinita, convierten a esta obra maestra en una pieza emo antes de los emos, en un referente no solo de la animación japonesa, sino que de la narración audiovisual bien hecha. Obra maestra de la imagen, sonido e imaginería, esta es una pieza adelantada a su época y eso explica por qué aún cae tan bien en el presente.
Disponible en Netflix. Única temporada de 26 episodios.