Esta biografía del escritor J.R.R. Tolkien es didáctica, emocionante y está hecha para el
fandom: lo que quiere decir que juega al
fan service, pero desde la alta sensibilidad y con la factura de una buena producción inglesa. Estos son los años en que el chico huérfano y de origen humilde va a llegar a convertirse en Tolkien; el autor y lingüista que está destinado a crear una de las obras cumbres de la literatura: “El señor de los anillos”. Nicholas Hoult como el Tolkien postrado en las mortales trincheras de la Primera Guerra Mundial recuerda su dura niñez y, en ese surrealista trance dentro del campo de batalla, la película se la juega por insinuar, siempre desde la óptica de Tolkien y entre el humo y olor a muerte de la guerra, los demonios, jinetes y dragones que luego poblarán la tierra media de su obra. Terrenal más que metafísica, ejemplarmente emocionante más que racional, está versión de la vida de Tolkien explica y aclara las piezas generales en la mente y corazón de un artista sin parangón. En una idea, en esta aventura se muestran a sus primeras amistades y el valor del esfuerzo como un eco que luego resonará en la odisea de Frodo y la comunidad del anillo. Muy buena.
“Tolkien”. Drama. 2019. Inglaterra. 113 minutos. TE.