Durante mucho tiempo hubo rumores sobre el poder del empresario Fernando Felicevich. Se mencionaba que a su cartera de jugadores, la mayoría con nivel internacional, se iban sumando entrenadores y clubes sobre los que ejercía influencia a partir de propiedad encubierta o bien a través de asesorías.
En rigor, lo que subyacía era la feroz guerra entre las empresas de representación deportiva que dominan la plaza. En la medida que la venta de jugadores jóvenes se transformó en un negocio con márgenes gigantes, la selva nacional se transformó en Vietnam. Faltaba algo. Que alguien corriera el velo.
Eso ocurrió ayer, cuando en su columna del diario La Tercera, el periodista Juan Cristóbal Guarello reveló las presiones que sufrió el juvenil de Huachipato Joaquín Abdala por parte de Cristian Paulucci, quien en su condición de gerente técnico del club conminó al futbolista a firmar por la empresa de representación de Felicevich. El hijo de Edgardo Abdala, exmediocampista de Ñublense, Palestino y Fernández Vial, firmó ante la presión. Ignacio Hernández, otra joven promesa del conjunto de Talcahuano, se rebeló y quedó fuera del fútbol. En conversación con radio ADN, Abdala ratificó los hechos y el hermano de Hernández profundizó sobre el mecanismo. Sus testimonios fueron lapidarios. Victoriano Cerda, el principal controlador del club, debe explicar el entuerto.
Universidad Católica queda expuesta. Paulucci asumió como ayudante de campo de Gustavo Quinteros. En los pasillos del fútbol se menciona con frecuencia el eventual poder de Felicevich en la UC. Conscientes de la gravedad de las acusaciones, en Cruzados salieron a explicar las razones formales y profesionales que llevaron a contratar al exfuncionario de Huachipato y Belgrano de Córdoba. También se preocuparon de explicar que en el actual plantel profesional se relacionan con 15 empresarios.
Faltó un detalle no menor: ¿qué porcentaje tiene cada uno de los representantes en el primer equipo? ¿Cómo se distribuye esa cifra en el fútbol joven? Entre los jugadores de proyección, ¿cómo está el mapa de representaciones?
En esta materia, por su significado para el país, los estándares de la Católica son superiores. La designación de un fiscal interno que investigue y ejerza una tarea contralora sería saludable. En la misma línea, por la gravedad de las acusaciones, la ANFP y el Sifup deben presentar los antecedentes al Ministerio Público. Se imputa abuso de poder ante menores de edad, libertad de trabajo y consecuencias sanitarias graves para los jóvenes.
La figura, con sus particularidades, se asemeja a los casos de Nicolás López o Fernando Karadima o incluso las colusiones empresariales, por la asimetría entre las partes. El directorio que encabeza Sebastián Moreno no puede abstraerse de una polémica que apunta al corazón de su industria. Si hay dirigentes y funcionarios involucrados deben ser pasados al Tribunal de Honor y sancionados a perpetuidad.
Mientras esto sucede, la nueva ley de sociedades anónimas deportivas duerme en el Senado. Ojalá que el inicio de la Copa América no aplaque la urgencia de conocer toda la verdad.