Los 72 minutos que duró el primer capítulo de “Pacto de sangre”, el pasado 24 de septiembre, fueron tan intensos y vertiginosos que plantearon la duda: ¿Se podrá mantener este nivel de tensión a lo largo de toda una temporada? La respuesta se supo a las pocas semanas: sí, era posible. El episodio final, emitido anoche en 28 minutos, mantuvo ese ritmo y también el vértigo de situaciones inesperadas.
No es poco el mérito de lograr esto en 133 capítulos. El equipo de guionistas, liderado por Catalina Calcagni, logró mantener el suspenso hasta el final, en un desenlace agridulce que, si bien hizo justicia, mantuvo la doble cara de uno de sus personajes más atractivos, la villana Trinidad Errázuriz (Ignacia Baeza), quien, pese a sus pecados, era venerada por buena parte de la feligresía de la teleserie. Ella representaba el afán de aferrarse a los privilegios y seguir adelante aunque todo a su alrededor se cayera a pedazos. Trini y su porfiada resiliencia, como una Scarlett O'Hara del siglo XXI, hicieron clic con la audiencia y se mantuvieron en este final para mostrar que la justicia llega en la medida de lo posible.
Esta teleserie vino a romper los esquemas de las producciones locales. No se centró en una historia de amor ni tampoco en los contrastes entre clases sociales. Fue un thriller que mostró cómo cuatro adultos jóvenes veían transformada su vida en una pesadilla tras la muerte accidental de la bailarina que contrataron para una despedida de soltero. A partir de ahí, la historia incluyó violencia intrafamiliar, prostitución infantil, tráfico de armas y crímenes a granel.
Esta historia nunca tuvo momentos amables ni divertidos. Y si hubo algo de humor, fue tan negro como el destino de sus protagonistas. Pero se hizo adictiva para sus seguidores, que la convirtieron en trending topic a través de Twitter. La fanaticada de “Pacto de sangre” celebró en las redes sociales cada uno de los giros de la trama que, muchas veces, descolocaron hasta a los más agudos. Escenas como el descubrimiento de la cabeza de la primera víctima, Daniela Solís (Antonia Bosman); o la de la muerte de Gabriel Opazo (Pablo Macaya), fueron celebradas por miles de seguidores en las redes.
Pero no todo fue color rosa entre esta producción y sus seguidores. En el último mes, la decisión de Canal 13 de acortar su duración provocó indignación en sus fans. Muchos amenazaron que dejarían de sintonizarla. El deseo de hacer cundir los episodios fue un arma de doble filo, ya que se rompió la estructura pensada por los guionistas y los vibrantes finales de capítulo de los primeros meses mutaron, en la última etapa, en desenlaces muchas veces aguachentos y sin tensión.
Así y todo, “Pacto de sangre” demostró que es posible innovar y sorprender en este género televisivo. Gran parte de su audiencia suele buscar contenidos en el streaming o en la TV de pago, pero con esta producción se mostró bien dispuesta a volver a la TV abierta o a verla a través de internet. La teleserie tuvo 81 millones de visitas en el sitio web de Canal 13 y los ocho meses de emisión obtuvieron un rating promedio de 9,7 puntos. Hasta ayer, las audiencias más altas las recogieron los capítulos del miércoles pasado, cuando Trini se entera de la traición de su marido, y el penúltimo capítulo, con la huida de esta y su familia, ambos con un promedio de 15,3 puntos.