Tres años en pantalla, cinco temporadas producidas y 76 capítulos emitidos. Esas son apenas algunas de las cifras que avalan la consolidación de “La divina comida” (CHV) como uno de los estelares más exitosos de la televisión. El programa que reúne semanalmente a cuatro famosos para que se alternen en la cocina suele liderar la franja estelar de los sábados con un rating que, en este ciclo, promedia 12,2 puntos.
Pero conseguir captar audiencias un sábado en la noche, día en que el público es especialmente reacio a ver televisión, no es tarea fácil. Mega incluso dejó de emitir en esa franja “Morandé con compañía” y Canal 13 con “Lugares que hablan” ha sido la única competencia efectiva del programa del canal de Turner. Consuelo Silva, productora ejecutiva de “La divina comida”, cree que el programa se ha logrado imponer porque propone un visionado activo donde la gente se siente parte de la tertulia. “Se genera una química especial entre los participantes que traspasa la pantalla. Finalmente, en la mesa no están solo los cuatro famosos, sino que el espectador también toma un lugar”.
Entre las 304 figuras que han participado, hay grupos que han funcionado más que otros. Por ejemplo, el capítulo del año pasado que reunió a Katherine Salosny, la exdiputada Andrea Molina, Arturo “Kiwi” Walden y Julio Milostich ha sido el más visto de todas las temporadas, con 17, 4 puntos. En ese episodio, Molina reveló que fue acosada y encerrada con llave en una oficina de TVN por un director de programas. Otro capítulo que obtuvo buena sintonía (14,8 puntos) fue el episodio que tuvo a María Luisa Godoy, Francisca García-Huidobro, Jenny Cavallo y Mariela Sotomayor, que se lucieron pelando y contando chistes.
Pero no todo ha funcionado en estos años. Porque una cosa es tener invitados conocidos y lograr grupos que tengan química y otra bien distinta es que los convocados sepan cocinar. La producción permite que estos sean asesorados solo en la preparación de los ingredientes (cortar las verduras o carnes, por ejemplo), pero ellos deben preparar los platos: “El bailarín de axé Thiago Cuhna, por ejemplo, quemó el microondas mientras preparaba su plato de fondo y la comida quedó tan salada que nadie se la pudo comer”, cuenta Silva.
Otros cocineros chambones fueron el actor Rodrigo Muñoz, al que se le quemaron las machas a la parmesana; Denise, del grupo Agua Turbia, que olvidó prender el horno haciendo la espera eterna y la cantante Denise Rosenthal, a la que se le terminó el gas y tuvo que cocinar en la salamandra.
En el balance general, en todo caso, el programa de CHV sigue creciendo y consolidándose. Incluso hay quienes llaman para ofrecerse porque el espacio les da la posibilidad de mostrarse más humanos y en la intimidad de su hogar. Desde CHV no revelan la cifra que se les paga a los participantes, pero trascendió que esta se relaciona con la envergadura del invitado, aunque el promedio sería de $ 2 millones.
“La divina comida” también tiene una lista de invitados soñados y que no han podido (o querido) asistir. “Nos gustaría tener a Don Francisco; a Raquel Argandoña con Paty Maldonado juntas; a Alexis Sánchez; a Antonio Vodanovic; a Joaquín Lavín; a la expresidenta Michelle Bachelet y, entre los actores, a Jorge Zabaleta y Benjamín Vicuña”, reconoce Silva.