Reinaldo Rueda realizó una primera convocatoria extendida para la Selección de Chile que disputará la Copa América. Son cerca de 40 los llamados y eso explica que varios seleccionados no sean tan conocidos por la opinión pública. Ahora los presentamos con sus virtudes, defectos y apodos.
Abbott: No hay que dejarse engañar con su apariencia lerda y lenta, porque su don de la ubicación es espectacular. Donde va la pelota está él, pero también a la inversa: donde va él, va la pelota. De repente no se sabe qué fue primero: si él o la pelota. Y tampoco se sabe si es mejor tenerlo como rival o compañero. Jugar con él es como jugar con una red de contactos. Apodo: Cristo de palo.
Arias: Es un mediocampista eficiente que conoce su oficio, pero el problema es que se cree más de lo que es. Admira a Jorge Valdivia, pero no la magia, sino la racionalidad del prestidigitador. Es por eso que como jugador se siente un prestidigitador, pero uno iluminado, y todavía más: un prestidigitador iluminado profético. Apodo: Comegato.
Guaidó: Este joven arribó al país hace años, se nacionalizó el pasado abril y se le convocó con el propósito de mantener vigente la idea de “Chilezuela”, que en su momento resultó. Su destino, por ahora, es la banca. Apodo: Black Kennedy.
Jadue: Tiene buen lejos como defensa central, pero a medida que se aproxima se revela como paquetón y ya de cerca dan ganas de envolverlo, realmente. Apodo: Chileexpress.
Kast: Aún no se sabe cómo llegó hasta acá, pero una vez dicho lo anterior, hay un segundo tema: no se sabe hasta dónde puede llegar. Apodo: El Jon Snow de Paine.
Lavín: Ha jugado en todos los puestos de la cancha, menos al arco y con el número 1. En ninguna posición especialmente bien, pero tampoco especialmente mal. Algo posee, pero algo le falta. Se le puede seleccionar, pero es fácil equivocarse. Apodo: Buuahhh.
Monckeberg: Un lateral volante empeñoso, pero desordenado, no solo con el juego, sino también con los horarios y muy especialmente con la comida. Le falta madurez. Apodo: Eloraestra.
Moya: Un lateral mordedor, pelo duro, compacto. Es rápido, pese a lo corto de sus piernas, y no rehúye el fútbol físico. Disciplinado en lo táctico y obediente hasta que deja de serlo, de donde se desprende su defecto. Más de una vez ha mordido a los contrincantes, porque es un chico enojón que le teme a dos cosas: que lo pasen a llevar y le pierdan el respeto. Lo primero se puede evitar, lo segundo es inevitable. Apodo: Little Thanos.
Sharp: A nivel teórico es un jugador muy dotado, pero en la realidad es más o menos, nomás. Hay que tenerle paciencia, dicen, porque ya progresará y se transformará. Apodo: Hulk.
Valente: Un delantero de ricas condiciones que sueña con gustarle a todo el mundo, pero su ambición lo traiciona, porque quiere ser todavía más rico. Apodo: Monedita de oro.
Walker: Como los Rubio o los Arancibia, proviene de una familia de jugadores, donde todos los hermanos se creían mejores que él (y alguno no solo mejor que él, sino que mejor que cualquier chileno vivo). Apodo: Las cosas del fútbol.