De: Roberto Ampuero, ministro de Relaciones Exteriores.
Para: Sr. Presidente de la República, distinguidas autoridades e invitados al viaje oficial a China.
Estimada delegación:
Bienvenidos a esta nueva cruzada económica con destino al principal socio comercial de Chile en el mundo. Desde las primeras líneas, queridos compatriotas, me interesa dejar en claro que los propósitos del viaje son económicos y exclusivamente económicos. Nada debe perturbar ese objetivo central y prioritario. Por lo tanto, debemos ser cuidadosos todos y cada uno de los integrantes de la delegación. Y, permítanme una pincelada literaria, porque tengo autorización para ello: de capitán a paje. Prudentes a la hora de las preguntas y con comentarios discretos, donde se distinga la admiración y aprecio por el gigante asiático, que es China y jamás Japón. Ojo. Lo ideal es no mencionar país alguno, partiendo por Japón y luego por Estados Unidos, y eso de la guerra comercial, si es que existe, no es cosa nuestra. Si nos consultan (y traten que no), en ese caso, la obligación es pasarse de ignorante, pero jamás de listo.
Nos ven como seres primarios que explotamos la flora, fauna y recursos naturales de nuestro territorio debido a la incapacidad intelectual y técnica de producir valor agregado y elaborado. Es lo que opinan los chinos y me remito a ese juicio equivocado, desde luego, pero así nos catalogan: emprendedores en la categoría del latino bruto y rudimentario.
Yo sé muy bien, señor Presidente y querida delegación, que no es así, pero en China creen otra cosa, porque es otra cultura y visión de mundo.
Nosotros no los vamos a cambiar y ellos tampoco.
Convivamos. Trabajemos. Exportemos.
Estamos en confianza: existen otros temas que más vale no tocar ni rozar.
Es bueno saber que el Twitter no existe como en Chile, Google controlado, lo mismo Instagram y desde luego YouTube, porque las redes sociales están sometidas por el gobierno. Son otras costumbres y no hay que alarmarse, porque nadie quedará aislado. Hay un sitio web gubernamental, Sino Weibo, para el tráfico de las redes. Así que lo pueden usar, pero cuidado con lo que escriban y comenten. ¿Qué se recomienda? No hacer juicios de valor ni de principios, menos morales, políticos o religiosos.
Recuerden que no somos Marco Polo y no vamos a descubrir la pólvora.
Lo nuestro es la economía y el comercio y por eso hay materias que deben permanecer en Santiago.
Me permito enumerarlas, para la tranquilidad, éxito y buen retorno de la delegación:
-Crisis venezolana y sus derivadas: Cúcuta, Juan Guaidó, Nicolás Maduro.
-Cambio climático.
-Derechos de las minorías.
-Democracia en el mundo.
-Libertad de expresión.
Y que a nadie se le ocurra preguntar ¿de quién es el mar de China? o ¿dónde está la plaza de Tiananmén?
Somos chilenos occidentales y ellos chinos orientales. No queremos terminar como animitas en la Muralla China. Je, je, je. Los chistes siempre entre nosotros, pero nunca con los chinos, porque es muy grande el riesgo del malentendido.
Convivamos. Trabajemos. Exportemos. Bienvenidos y buen viaje.