Jack London seguirá gozando del favor de muchas generaciones de lectores por sus libros de aventuras, basados en sus experiencias de navegante, en los escenarios del boxeo o en los páramos helados del Yukón durante la fiebre del oro.
El llamado de la selva y
El lobo de mar seguirán editándose. Pocos personajes despiertan tanto cariño como el noble perro que deja la civilización y recupera su pasado salvaje, aunque siempre puede volver —a mirar, al menos— al entorno de la fogata del hombre. Y pocos personajes tan aterradores como el capitán Lobo Larsen después de uno de sus inauditos dolores de cabeza. Quizá también se siga leyendo
La peste escarlata (hay una edición reciente de Los Libros del Zorro Rojo), distopía en que una enfermedad parecida a un resfriado común arrasa con más del 90 por ciento de la humanidad. Los sobrevivientes pasan rápidamente desde una civilización altamente tecnologizada a la vida tribal de los cazadores recolectores. Pero es también un escritor incómodo. En sus novelas autobiográficas muestra a un personaje que se sentía superior a la inmensa mayoría de la humanidad y que tenía severos problemas de alcoholismo. Fue acusado en repetidas ocasiones de plagio (una de ellas, por haber tomado de un autor inglés el capítulo 7 de
El talón de hierro) y se defendió apelando a su método de citar una amplia variedad de fuentes. También solía comprar buenas ideas para desarrollarlas él.
El caso es que el aventurero de vida peligrosa escribió mucho. Convertido al socialismo a comienzos del siglo XX, volcó sus ideas sobre el capitalismo y la necesaria revolución de los obreros en
El talón de hierro, que relata la instalación de una dictadura universal del dinero, la abolición de la democracia y el establecimiento de un sistema de castas. Publicada en 1908, fue un referente para la izquierda mundial y escritores como George Orwell, cuyo
1984 le debe mucho. En un futuro lejano se descubre el manuscrito Everhard, que recoge una historia de fracasadas revueltas en contra del capitalismo tal como se manifestaba en tiempos de London, un mundo de industrias y obreros descontentos que se agrupan en torno a un carismático líder. Aunque de las notas se puede inferir que cuatro siglos después la humanidad arriba a la fraternidad del hombre, la novela narra la derrota del obrerismo revolucionario.
JACK LONDON
Ediciones La Pollera, Santiago, 2018. 312 páginas.