El título y la portada del nuevo libro de Daniel Hidalgo (Valparaíso, 1983) anuncian que el lector encontrará en sus páginas el mundo de la cultura Marvel, de las películas de vertiginosas acciones inverosímiles e internet. La palabra "fanfiction" todavía no tiene -que yo sepa al menos- equivalente en el idioma español. Designa una ficción que nace de un relato imaginario que el autor (el fan) admira hasta el punto de querer prolongarlo en una versión diferente. En el campo de la literatura, esto no es novedad. Todo texto literario nace de un diálogo, consciente o no, con los textos que lo preceden. Pero lo distinto ahora es que la genealogía textual es establecida intencionalmente como un homenaje al relato original; que este texto proviene de la cultura americana punk , pop y subterránea y, quizás lo más importante, que se exige al lector poseer las mismas informaciones sobre cultura popular que se insertan en el segundo texto. La "fanfiction" es la literatura de una tribu exclusiva cuyos miembros se comunican por internet y admiran las historias gráficas de Marvel y las películas de súper héroes.
A pesar del título del volumen, pienso que solo los dos primeros cuentos son los más apegados al canon de esta modalidad de escritura. "Alerta de spoiler " inaugura el volumen y crea la atmósfera punk estridente y agresiva que dominará en la mayoría de los relatos. Su texto posee la forma de una confidencia íntima que el narrador, un joven crítico de cine que se ha ganado la animadversión de Marvel, dirige a sus lectores en la redes sociales. Solo ellos entenderán las innumerables referencias culturales que utiliza para contarles la delirante y alucinada aventura que viene a continuación, y en la que Stan Lee (creador de súper héroes como Spider-Man, Iron Man, Hulk y otros) posee un rol destacado. En "Sirenas" asistimos a las peripecias descabelladas de un grupo de muchachas provenientes de centros de rehabilitación social cuyas actitudes no evocan a las sirenas de Ulises, sino a Gatúbela, Arlequín y Hortiga, las tres "sirenas" que hacen de las suyas en la Ciudad Gótica de Batman. El resto de los cuentos mantiene la atmósfera punk de los dos primeros, pero su argumento se aleja del carácter dialógico perceptible en aquellos.
Hay que buscar la unidad de los cuentos de
Fanfiction por otro lado: en la excelente caracterización de la mayoría de sus personajes. Al igual que los de su novela
Manual para robar en el supermercado, que comenté cuatro años atrás, son seres que descubren en las historias de súper héroes, o en el mundo atronador y rebelde de la música punk, defensas de sus debilidades y falta de brújula, así como del carácter asfixiante de su entorno. Pero el humorismo intrínseco del estilo de Daniel Hidalgo, que se manifiesta en las voces de sus narradores y de sus personajes, y también en el desenlace de la vida de varios de ellos, sugiere que el punkismo es una etapa transitoria. Tarde o temprano, los punks terminarán insertados en el mismo sistema de sus padres. El cuento "Chicas con camisetas de los Ramones" ilustra muy bien el futuro que les espera.
Por edad y preferencias culturales, yo no pertenezco a la tribu que Daniel Hidalgo convoca en sus relatos de manera tan acertada, colorida y hasta jocosa. Reconozco, por lo tanto, que no tengo los referentes para apreciar a cabalidad lo que sus cuentos ofrecen. Nunca he asistido, por ejemplo, a una "tokata", y para escribir este comentario tuve que averiguar quién era Stan Lee. Y este es mi punto. Los cuentos de
Fanfiction son el resultado de una indudable destreza narrativa. A nadie pasan inadvertidos los méritos de su arquitectura literaria, pero sus destinatarios son reducidos y su temática se agotará pronto, porque es demasiado contingente. En el futuro, Daniel Hidalgo debería utilizar su experiencia y habilidades con propósitos más ambiciosos.