En otra de las paradojas de su vida, Earl Stone (Clint Eastwood) ya cumple 80 cuando sigue cultivando exitosamente esos símbolos de la juventud, los lirios. Pero solo unos años más tarde, a los 90, la distribución de flores por internet ha quebrado su negocio; con su casa y su criadero embargados, no le queda más que aceptar un trabajo de transporte que le ofrecen unos chicos mexicanos.

El pago es tan bueno, que Stone cambia su camioneta por una nueva, cancela deudas y comienza a financiar a su familia. Esto último es, en verdad, lo central: el veterano tiene la conciencia ardiente de haber sido "un padre terrible y un marido terrible".Y sobre todo ausente: la mujer que lo amó está cerca de la muerte, su hija no le perdona sus fallos y su nieta lo querría más cerca. ¿Cómo cumplir con todo eso, ahora que es tarde?

Con dinero, dinero sacrificial. El nonagenario Stone no les teme a los jóvenes que cargan su vehículo con bolsos deportivos, pero tiene perfecta lucidez respecto de que llevar la droga del cartel de Sinaloa hasta Chicago y otras ciudades del Medio Oeste es el trabajo más peligroso que ha tenido después de la guerra de Corea. Por mucho que la policía no pueda imaginar que haya una "mula" de su edad, siempre está al borde, siempre en la cornisa.

Stone es el personaje clásico de Clint Eastwood: el hombre que busca la segunda oportunidad para devolverse la fe en sí mismo y que no ve en su sacrificio ninguna veta de inocencia o heroísmo social, sino solo una reivindicación personal. Ese estoicismo ferozmente individualista, carente de toda autoindulgencia, es el que informa su mejor cine, desde La venganza del muerto hasta Sully . En esa categoría está La mula.

Eastwood viene filmando películas sobre la vejez por lo menos desde Los imperdonables , cuando tenía 63 años; y es autor de una obra maestra sobre la paternidad, Un mundo perfecto . Ambos temas han estado recorriendo su filmografía durante más de dos décadas, y vuelven a reunirse, como una síntesis tragicómica, en el derrotado Earl Stone.

Poco importa si otra vez Hollywood y sus Oscar se lo pasan por alto. Hay en Clint Eastwood uno de los últimos cineastas clásicos, un hombre que conoce el valor del encuadre y la cadencia de lo no dicho y de lo indecible, un cineasta con igual pulso para filmar a un viejo tarareando en su camioneta o una fiesta de graduación desbordada de hormonas. ¿Qué más pedir?

Es el cine, gracias a Dios.

The mule
Dirección: Clint Eastwood.
Con: Clint Eastwood, Bradley Cooper, Dianne Wiest,Laurence Fishburne, Andy García, Taissa Farmiga, Manny Montana.
116 minutos.