Después del Congreso Futuro 2019, y luego de charlas y exposiciones, la conclusión general es que no tenemos futuro.
De seguir así y si no modificamos costumbres, actitudes y prácticas, el porvenir se nos viene negro y hasta ahí nomás llegamos.
Esto no es nada personal, se lo aclaro de inmediato, y se refiere al conjunto de los seres humanos, es decir, es la Humanidad la que no tiene futuro. Usted es otra cosa.
Lo único cierto es que en enero del 2020 se realizará otro Congreso Futuro y la charla que un año se tituló "La búsqueda de la simplicidad en la complejidad", se podría convertir en "La búsqueda de la complejidad en la simplicidad", porque la gente si con algo se cautiva es con el futuro. Esto no es de ahora, sino que viene de la antigüedad y no hay mejor prueba que la flota de místicos, profetas, augures y clarividentes.
También artistas y directores y ahí está la película
Blade runner que se hizo en 1982 y transcurría en el futuro: Los Angeles, EE.UU., en el año 2019. Una ciudad oscura, lluviosa, decadente y repleta de enormes avisos de neón.
Pregunta: ¿Le achuntaron al futuro o no le achuntaron?
El 2019 había seres artificiales llamados replicantes que eran más humanos que los humanos. ¿Hay replicantes o no hay replicantes? En principio, no.
En sentido figurado o especulativo, es posible.
¿La gente de Evópoli? Pueden ser replicantes de la derecha. Efectivamente.
¿ME-O y los del PRO? Menos que resonancias políticas, más bien resonancias a conjunto rockero de los 80, donde destaca lo bruto y desaforado, pero no el talento de grupos como Alaska y los Pegamoides y los recordados Parálisis Permanente.
¿Los del PRI? Habría que analizar a la subsecretaria Alejandra Bravo o al presidente del partido, el exsenador Hugo Ortiz de Filippi, por su calidad de replicante remozado y refaccionado.
¿Fuad Chahin? Es posible, pero poco probable.
¿Gabriel Silber? Es probable, pero poco posible.
El problema de los replicantes era un desarrollo emocional inestable.
Hay zonas del PS que calzan a la perfección en ese ambiente, también de RN y todo el Frente Amplio.
Pero son especulaciones y asociaciones libres, porque lo concreto es que la realidad del 2019 no se parece en nada a lo anunciado por
Blade runner en 1982. Y ni siquiera al pronóstico climático: el futuro no fue oscuro ni lluvioso, sino seco y caluroso.
Siempre se puede discutir la simplicidad de la complejidad o la complejidad de la simplicidad. Y para eso existen los críticos y los congresos del futuro.
El próximo año podrían buscar la canción "Qué será, será", de Doris Day, en YouTube, e instalarla como hilo musical.
Los científicos, cuando niños, les preguntaban a sus madres cómo serían ellos en el futuro: si ricos, lindos o inteligentes. Su mamá les respondía y por eso lo de "qué será, será".
"Será lo que habrá de ser / El futuro no es algo que podamos ver / Será lo que será".
La canción es de una película cuyo título me identifica:
El hombre que sabía demasiado .
Si les disgusta e irrita la referencia, acepto baldón, vituperio y mancilla.
Espero que no necesiten acudir al diccionario.