Marcelo Díaz es el jugador más exitoso del fútbol chileno en la actualidad. Figura determinante de Racing y del campeonato argentino, celebrado por todos y, en el caso de César Menotti, principalmente por su trascendente inteligencia. Su valor táctico ya era apreciado en los momentos más brillantes de la selección chilena por su genio organizativo.
Pero no está en la selección, a cuyo brillo aportó tanto. ¿Por qué? Él está disponible y, más que eso, quiere volver. Reinaldo Rueda solo habla de los jugadores que están en sus nóminas y no de los que faltan, aunque todo hace presumir que el técnico contaría con él si no mediaran cuestiones extrafutbolísticas. Y estas existen y provendrían del mismo lugar de donde salen demasiadas cuestiones decisivas en el último tiempo: el camarín.
Marcelo Díaz sería el causante de "filtraciones" de temas de "la interna" del plantel. ¿De quién o quiénes provino la acusación? ¿Cuáles fueron las infidencias? Podría ser que no existieron y todo fue invento de algún enfermo de la cabeza o del verdadero filtrador. ¿Motivo? Tal vez envidia, movidas de algún representante o pura maldad.
Todos los aficionados, de cualquier club, saben que Colo Colo no podrá vivir en paz mientras coexistan en su directiva Aníbal Mosa y Gabriel Ruiz-Tagle. La persistente rivalidad entre ambos (odiosidad, en realidad) empaña cualquier buen propósito en el club. Nunca faltará el motivo para el enfrentamiento entre ambos y el último parece consistente: la Comisión para el Mercado Financiero acogió la denuncia de Mosa respecto a la legitimidad de la votación de accionistas de ByN que no habrían autorizado su voto en la última elección de directorio de la sociedad. Anular ese acto eleccionario, aunque fuera justo, entorpecería todo el incipiente proceso deportivo del club.
¿Hizo trampa Ruiz-Tagle en complicidad con la corredora de bolsa LarrainVial? Tal vez. Y no sería la primera. ¿Motiva a Mosa el bien del club o una victoria sobre su enemigo personal? Vaya uno a saber. ¿Qué los motiva a ambos? Los dos han triunfado en su vida personal (al menos económicamente), y en ese sentido no cabe la envidia. ¿Puro deseo de engañar? ¿Pura odiosidad? Quién sabe. El problema mayor es que si ambos salen de ByN, llegarán otros con las mismas ambiciones y los mismos procedimientos. ¿Solución? No hay. Al menos, no la hay a la vista.
Las emociones y los sentimientos también juegan, como se ha dicho tantas veces. Y ganan y pierden. Hacen goles y autogoles.
En Universidad Católica se discute algo que no admite discusión: ¿quién debe ser el arquero titular del año que empieza? ¿Dituro o Toselli? Es una polémica sentimental, no futbolística, salvo que alguien crea sinceramente que Toselli es más que Dituro. ¿Los que opinan sentimentalmente reparan en el daño futbolístico que pueden hacer?
Hoy, Arturo Vidal nos dice que no hay problemas al interior del plantel nacional y que Rueda puede llamar a quien quiera. ¿En serio? Todo, en tal caso, fueron "cosas de camarín".