Tres registros concurren en este nuevo libro de Alejandro Zambra. La primera parte incluye tres conferencias leídas en cátedras universitarias; la sección central está constituida por cuatro textos de ficción, y la final, por cuatro textos autobiográficos. Sin embargo, lo que puede preguntarse legítimamente el lector es si se trata efectivamente de tres registros. Zambra no abandona el uso de la primera persona en todo el libro, y eso ya le otorga una textura que lo atraviesa todo. Y si la primera y la segunda están ligadas de manera humorística -en una de las conferencias lee inéditos que asegura que no publicará jamás, y, sin embargo, las notas a pie de página indican que esos relatos están íntegros en la segunda parte-, la primera y la tercera, especialmente los textos sobre traducción incluidos en la última, se hermanan en el recurrente tema de por qué se lee, por qué se escribe, qué se busca con ello. Si esta columna requiriera un título distinto al del libro, sería "Pertenecer". "Todos los libros pueden leerse en función del deseo de pertenencia o de la negación de ese deseo", escribe en la tercera conferencia, y agrega, un poco más adelante, que "de eso escribimos cuando nos dan tema libre, y también cuando creemos estar escribiendo sobre el amor, la muerte, los viajes, las moscas, los telegramas o las maletas con ruedas giratorias". Puede haber muchas maneras de leer este libro, pero aquel deseo proporciona una clave útil para entenderlo mejor; es un libro de retazos, casi como Zambra describe el último, "Traducir a alguien II": un ensayo "virtualmente infinito, exclusivamente integrado por hilachas de pensamiento sobre palabras, acentos y traducciones". Habría que agregar a la lista la escritura, la lectura, la chilenidad, la mexicanidad, la maternidad y la paternidad, las citas, la poesía y los fragmentos de la biografía del autor relatada por él mismo con humor y distancia festiva. Las múltiples referencias a libros de otros autores son también hitos biográficos, la historia del lector que Zambra es y que no deja de incorporar a sus textos lo que descubre, convertido en una experiencia. La cuestión no es banal: leer también es un modo de pertenecer a la academia, al gremio de los escritores, incluso al de los críticos. Con este libro-cajón de sastre, tan propio de su estilo, da luces también sobre los proyectos en que está embarcado.
ALEJANDRO ZAMBRA
Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago, 2018.
152 páginas.