Administración desleal. Una expresión nueva. Pero no solo para los aficionados al fútbol; también para los abogados, aunque ellos venían reclamándola largamente, pues no existía una figura penal precisa. Equivale a decir "administración fraudulenta" y se parece mucho a la estafa, aunque esta es cometida desde fuera de la organización afectada y aquella, desde adentro. Sus penas, en efecto, son parecidas a las de la estafa.
Se trata simplemente de defender a una persona o a los miembros de una comunidad de los delitos que se puedan cometer contra ellos en la administración de su patrimonio. Un directorio que hace gestiones en perjuicio de los pequeños accionistas de una sociedad comercial, por ejemplo. O el administrador de los bienes de una persona natural.
Es lo que demanda el Athletic Club Barnechea contra Carlos Ferry, presidente de San Marcos de Arica, "y a quienes resulten responsables" de lo denunciado. Hay que ir por partes.
Barnechea acusa que San Marcos no podía votar en la elección de directorio de la ANFP del 29 de noviembre porque se hallaba descendido desde Primera B a la Segunda División con anterioridad a esa fecha y no pertenecía en consecuencia al fútbol profesional. (Solo la Primera y la Primera B tienen derecho a voz y voto en la ANFP y al reparto de excedentes). Sin embargo, y a pesar de haber descendido tras su partido con Wanderers el 4 de noviembre, el presidente de San Marcos, Carlos Ferry, se presentó a la elección y votó.
Esa, por cierto, sería una irregularidad deportiva y tendría su propio cauce. Sin embargo, ese hecho produciría efectos patrimoniales y es donde entra a operar el delito nuevo.
La querella asocia la participación indebida de San Marcos en la elección, con la denuncia de este club contra Barnechea por un anterior hecho conflictivo con la ANFP y que fue ampliamente informado en su oportunidad. La asociación de ambos hechos no parece caprichosa, pues la denuncia se presentó ¡el mismo día de la elección! Puede ser una coincidencia, por cierto, aunque las coincidencias, como se sabe, están muy desprestigiadas.
Lo que suponen los querellantes es que San Marcos demandó a Barnechea como una reciprocidad a dar su voto a la lista que resultó ganadora. Dicho de otro modo, los ganadores ofrecieron a San Marcos sacar a Barnechea de la Primera B y entregarle su lugar. (La decisión, por cierto, es del Tribunal de Disciplina).
Y aquí, lo patrimonial: San Marcos, de desbancar a Barnechea de la Primera B, se haría acreedor de los 3 millones doscientos mil dólares que les corresponde a los clubes por la venta del Canal del Fútbol. (Un bono a cuenta de cantidades enormes: una parte de las 32 en que se divide el precio total de la venta ¡!).
La querella alcanza a las personas "que resulten responsables" que aparecen en los hechos relatados en ella. ¿Quiénes son? Pueden ser muchos. Pero básicamente se trata de la propia ANFP, que es la administradora del patrimonio. A su directorio anterior, que habría permitido la participación irregular de un club en la votación. Y al actual, por razones obvias.
El partido judicial se está jugando. El lunes, a horas de la Nochebuena, detectives se presentaron en Quilín en cumplimiento de una diligencia encargada por los tribunales.