R ápido y en silencio. ¿Hablará más adelante? ¿Dirán algo más en la Católica? ¿Qué es lo que cree la gente en general y el hincha cruzado en particular? ¿Quién lo reemplazará o lo reemplazó ayer en la tarde? ¿Eran ciertos, entonces, sus roces con varios niveles y personas del club? ¿Le tuvo miedo a la Libertadores? Y si le tuvo, ¿fue por escaso y discreto plantel o temor por su propia capacidad? ¿El Pacto sobre la Migración de la ONU es verdaderamente un Pacto o solo una Declaración? (Porque no es vinculante y los países pueden seguir generando sus propias políticas migratorias).
Son demasiadas preguntas y pocas respuestas en los días previos a la Navidad. Antes, ¿se acuerda?, en estos días hacíamos pedidos al Viejito, pero como no nos trajo lo que pedíamos no le pedimos nunca más. Es que el Pascuero no es milagrero. Dirigentes serios, jugadores que no simulen, fin de las barras bravas: ¡miren las cosas que queríamos! Pedigüeños nomás.
Y ahora, respuestas. Algunas.
Beñat San José sabe que tiene un plantel limitado para la competencia internacional. Incluso a nivel local no logró mantener las distancias logradas al comienzo del torneo, a favor de la lenta puesta en forma de planteles rivales inferiores. Se dijo en esta columna que el campeón llegó gateando a los últimos tramos y que las facilidades que le entregó la irregularidad de sus escoltas fueron decisivas. Eso es difícil de negar.
Lo dicho no pone en duda la justicia de su título. Fue el mejor, qué duda cabe. Una cosa no quita la otra.
Otro tema es el de la relación del entrenador salido con integrantes del plantel. Se habló de su entredicho con Luciano Aued y se agrega a Diego Buonanotte. Como sea, los incidentes no recibieron alimentación desde el club. Si hubo algún fuego, nadie le echó más leña. Esta discreción es tradicional en el club universitario. Me consta (desde hace más de 50 años) que directivas de la UC no han hecho declaraciones en casos en los que incluso han quedado mal ante el público con su silencio para no hurgar en conflictos con jugadores y entrenadores. En ese aspecto, la institución mantiene su tradición.
(En otros clubes, en cambio, pareciera que se busca la promoción del escándalo. Sucede en muchos y no solo en aquellos en que hay dos presidentes que se odian, como ocurre en Colo Colo).
También, al parecer, hubo diferencias entre San José y José María Buljubasich. En esto no hay diferencias con otros clubes, donde están de moda los conflictos entre el entrenador y el gerente técnico. En la Católica, en todo caso, se trata de una comisión la que evalúa las contrataciones y en este caso, la dificultad surgió de la necesidad de reforzar el plantel (y de recortarlo, se dice, de Buonanotte y Aued, siendo este último el jugador del año para los entendidos).
¿Quién llega o llegó anoche? Tiene que ser un técnico "de nivel Copa". ¿Hay uno a la mano?