Sin duda, la industria de telecomunicaciones vive momentos relevantes en materia regulatoria. Mientras en la sede de competencia se va a comenzar a discutir acerca de la correcta distribución del espectro radioeléctrico, insumo esencial para la prestación de servicios de telecomunicaciones, Subtel presentó hace una semana su propuesta de cargos de interconexión de la industria de telefonía móvil.
Una propuesta interesante que fomenta una discusión clave para la industria. La señal inicial que da el organismo regulador es positiva para todos, ya que apunta a inyectar mayor competencia y eficiencia al mercado, además de ir en directo beneficio de los consumidores, impulso que esperamos que se replique en otros ámbitos como en la distribución de espectro. Ahora viene un proceso fundamental en los cargos de acceso para llegar a buen puerto, en el que de seguro se contrapondrán posturas muy polarizadas y que no siempre se alinean con la eficiencia tecnológica que debieran buscar las compañías.
Por un lado, dos de las compañías con más clientes plantearon desde un comienzo tarifas excesivamente altas -$5,71 y $6,07-, mientras que, en el otro extremo, estamos quienes propusimos cargos cercanos a los centavos de peso, ya que estamos seguros de que esto permite generar mayores eficiencias y evitar incentivos "perversos".
Ese incentivo perverso está en que las compañías grandes pareciera que siguen funcionando con una lógica que no centra el foco en el cliente. Y es que a través del cargo de acceso buscan capturar para sí la mayor proporción de la llamada telefónica que A le hace a B (llamado en términos económicos: excedente del consumidor). Hablamos de una tarifa que está artificialmente por sobre los costos, lo que lleva a que estas empresas pierdan el incentivo de competir en los precios hacia el público final, ya que compensan con lo que sobrerrecaudan en el mercado de interconexión, a través del cargo de acceso.
Pero antes de continuar, detengámonos a mirar el entorno. Toda esta discusión por cargos de acceso parece un tema técnico, pero es muy relevante para el usuario. Forma parte de la estructura de costos de las empresas y, como todo costo, termina siendo agregado al precio final y pagado por los consumidores. Una mayor rebaja en el cargo de acceso implicará menores precios y más beneficios para los 25 millones de usuarios de telefonía móvil por los próximos cinco años. Y es hacia allá donde debemos caminar.
La tendencia de países desarrollados apunta a establecer cada vez menores cargos de acceso, acordes con la evolución tecnológica y con el costo marginal del servicio de voz regulado, llegando muy cerca del precio costo $0.
Si bien el organismo entregó una excelente señal al considerar la red 4G como la tecnología técnicamente adecuada para plantear cualquier modelo de empresa eficiente que permita proyectar los cargos de acceso de aquí a cinco años más, también estamos convencidos de que nuestro compromiso con los precios justos va más allá, y es por eso que nuestra propuesta de cargos de acceso es incluso más baja que la de Subtel.
En esa línea, no debemos perder de vista que estamos fijando tarifas para los próximos cinco años, lo que hace necesario que estos se establezcan con visión de futuro y de desarrollo tecnológico, proyectando dónde estará la industria de telecomunicaciones para entonces. Si miramos a 2023, podemos concluir que la voz continuará a la baja y los datos (internet) al alza. De hecho, en el presente no existe ninguna razón técnica que justifique que un minuto de voz sea más caro que un
megabyte, por lo que debemos estar conscientes de que cualquier propuesta ineficiente y cara terminará siendo pagada injustificadamente por los consumidores.
Hoy el entorno industrial tiene que tomar decisiones relevantes de cara al 5G, las que impactarán en la competencia del sector. Como compañía estamos alineados con esta mirada proconsumidor, pero no nos quedamos solo con esto. Creemos que los costos de los cargos de acceso propuestos pueden ser mejorados y distribuirse mejor el espectro radioeléctrico, especialmente en relación con un acceso equilibrado a las bandas bajas. Es de esperar que así podamos avanzar en mejores condiciones para los usuarios, aumentando nuestra calidad y variedad de servicios a precios justos.
Felipe Simonsohn
Director de Regulación y Asuntos Corporativos WOM