Es un hecho que el sentido de culpa puede ser un incentivo fundamental en la creación, pero también en la capacidad de trabajo. Sabemos también que estos sentimientos pueden, en casos más serios y dolorosos, inhibir la productividad y reducir los intereses de las personas. Por ejemplo: Los miedos de los niños que han vivido experiencias muy difíciles o traumáticas, pueden adormecer o inhibir muchos o todos los procesos que por inteligencia habrían podido desarrollar.
Esto se ha probado en múltiples estudios. Su expresión a través del dibujo, la escultura, la construcción (de casitas o paisajes) tiene una importante acción liberadora. Que no solo disminuye el miedo, sino también las tendencias destructivas o autodestructivas que tanto daño causan en las relaciones sociales tempranas.
Lo maravilloso es que junto con los miedos y sus ganas de vencerlos, se produce una nueva preocupación del niño por los otros, se estimula la compasión y la capacidad de identificarse con ellos. La necesidad (que es inconsciente la mayoría de las veces) de reparar da origen a establecer intimidad con otros. Esto es importantísimo, porque demuestra hasta qué punto la intimidad está regulada por el miedo. También es importante porque, nuevamente, nos recuerda que los sentimientos y experiencias negativas no siempre traen consecuencias negativas.
Darse por vencido es una actitud frecuente ante el fracaso o la frustración. Y de alguna manera es bueno que aprendamos que no podemos vencer todo ni resolver todo. Que primero hay que darse por vencido para intentar nuevas hazañas en nuevos campos.
La tolerancia a la frustración y capacidad de relacionarse con la diversidad, que es una condición de la vida adulta, está hoy prohibida para los niños. Sin duda alguna hay que cuidar lo más posible a los niños de aquello que no pueden psíquicamente incorporar, por pequeños e inmaduros.
Pero la confianza también es una condición del éxito en su más amplio sentido. Y la diversidad genera más confianza. Recomiendo exponer a los niños más a la vida desde la confianza. Eso también genera salud y madurez.