Es otra de las esperadas inauguraciones del año. Un nuevo restaurante que llega a Chile precedido de la fama de su creador y chef peruano, Moma Adrianzán, patiperro por el sudeste asiático, que le dio el toque especial a su cocina. Definida como "de esquina", tiene también una marcada influencia mexicana, dados sus años en ese país. Un cosmopolita que triunfó en Lima y que llega a Chile con una propuesta diferente.
Un bonito local, lleno de plantas y niveles, informal y cálido, con una gran barra que aloja al bar y las tres estaciones en las que divide su carta: Fría, Caliente y Josper (horno). Para comenzar, unos chips de berenjenas con miel y naranja, cortesía de la casa. La oferta cabe en una página y eso se agradece. Mucho picoteo, ideal para compartir, lo convierte en un estupendo lugar para las juntas más informales.
Unas croquetas de hongos y trufas, envueltas en panko, muy bien logradas. Los conos de wantán con tartar de salmón y guacamole resultaron increíbles. Las tostadas de pulpo, una especie de taco crujiente como base, con pulpo, chipotle y poroto frito debe ser de lo mejor probado en los últimos meses. Alucinante. La coca pecorina era como una pizza chiquitita sin demasiada gracia.
De postre, desde unas torrijas con frutos del bosque y helado de queso, hasta un tres leches de nutella, un cheesecake de oreo y arándanos o un pie de limón arrugado con pistachos.
Un lugar que promete. Aquí hay talento, una cocina desprejuiciada y cosmopolita, y un estupendo servicio aún en rodaje. La anfitriona debe sonreír más; el ruido ambiental es intenso como para que pongan muy fuerte la música y, definitivamente, hay que ir probando y sacando algunos platos.
JerónimoDirección : Alonso de Córdova 3102.
Reservas : 22608 0481
Precio por pareja : $81.000
Cerrado domingo en la noche.