Un concierto del máximo interés fue el brindado por el ensamble Musiques Nouvelles, grupo belga dirigido por Jean-Paul Dessy, e integrado por la cantante Pauline Claes, Claire Bourdet (violín y viola), Jean-Pol Zanutel (chelo), Charles Michiels (clarinete y clarinete bajo), Berten D'Hollander (flautas y flautín) y Kim van den Brempt (piano).
La presentación del grupo, que contó con el auspicio de Wallonie-Bruxelles, se realizó el sábado en el GAM, y fue el concierto de clausura del Festival de Música Contemporánea de la UC en su 28ª versión. El programa, con el título de "Pierrot rewrite", contempló 25 composiciones breves que tuvieron como referente el "Pierrot lunaire", de Arnold Schoenberg. Compositores de diferentes nacionalidades fueron convocados para este proyecto: a los creadores belgas, franceses, checos, polacos y vascos, se sumaron dos chilenos invitados (Aliocha Solovera y Miguel Farías) y un venezolano radicado en Chile (David Núñez).
Schoenberg compuso su "Pierrot lunaire" en 1912. De los 50 poemas originales del belga simbolista Albert Giraud (seudónimo de Émile Albert Kayenberg), seleccionó 21 y creó esta obra como su Opus 21, constituyéndose rápidamente en un hito del siglo XX. En la atmósfera, deliberadamente sofocante, de una atonalidad expresionista, Schoenberg pone en música imágenes fantasmagóricas ("La luna enferma de muerte allá en la charca negra del cielo"), morbosas ("Y en su cerebro está, clavada como una aguja, la flaca ramera de largo cuello"), ominosas ("Oscuras, gigantescas mariposas negras") y desoladas ("Santas cruces son los versos que los poetas desangran en silencio, enceguecidos por los cuervos"). Estas imágenes, que algunos han considerado una "deconstrucción del amor romántico" con toques de humor sardónico y cabaret, están también presentes en el resto de los 50 poemas y fueron las trabajadas por los 25 compositores convocados al proyecto.
Veinticinco miniaturas podrían haber provocado agotamiento. No fue así, gracias a la permanente novedad de los estilos composicionales, que incluyeron un guiño a una balada jazzística ("Spleen", de Jean-Philippe Collard-Neven) y una especie de "rap decadente" (así definido por su autor, Claude Ledoux, para su "Pierrot cruel"). Con escasos momentos tonales, los compositores mostraron acercamientos y distancias con la estética de Schoenberg, pero a cada paso exhibieron posturas originales con elementos tan disímiles como la declamación cantada "a la Debussy", el minimalismo o invocaciones mántricas.
La interpretación de todos fue descollante, entre los que sobresalió la estupenda protagonista, la mezzo Pauline Claes. Rigurosa y plena de autoridad fue la dirección de Jean-Paul Dessy. Un concierto memorable, de lo mejor que se ha oído este año.