Los diputados Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Gabriel Boric lanzaron esta semana el anuncio/advertencia/amenaza de que no se repostularán a sus cargos. La noticia generó estupor en sus seguidores y suspicacia en sus detractores.
Yo no me sorprendí. Porque antes que nada (y después de todo) son " millennials ".
Los " millennials " son esa generación que vive pegada a sus smartphones y que, por lo tanto, suelen habitar con más naturalidad en las redes sociales que en la vida real. Se les acusa de ser poco comprometidos, hipersensibles, mañosos (su comida favorita es la que aparece fotografiada con más likes en su cuenta de Instagram), llevados a sus ideas, impacientes, sin capacidad de enfrentar la frustración, cómodos, incapaces de valorar -o de perdonar- a sus generaciones anteriores.
Quizás por una mezcla de las características anteriores los " millennials " duran poco en las pegas.
Por lo tanto, no hay que sorprenderse de que nuestros #CamilaGiorgioyGabriel no quieran ir a la reelección. Se frustraron, o se cansaron, o se ofendieron, o les dio lata, o se taimaron.
Entonces van a recuperar su tiempo libre para poder "irse-al-sudeste" (que es como se refieren a esa excursión " millennial " a países como Tailandia, Malasia, Indonesia y Vietnam), para decorar "el depa", para ordenar las fotos, para por fin poder irse de picnic, de cepillar bien al gato, de ayudar a limpiar el plástico de los océanos y andar en bicicleta los kilómetros semanales que corresponden. O sea, tener una vida.
Reconozco que los voy a echar de menos. Sobre todo si su retiro significará que su lugar de liderazgo lo asumirán correligionarios suyos como Guillermo Teillier, Florcita Motuda o Pamela Jiles. Es que entre un " millennial " y un "jillenial"... creo que me quedo con los primeros.
Qué miedo. Quizás tengamos que iniciar una campaña para que se queden: #LosDiputadosMillennialNoSeVan; #PleaseDontGo; #AguantenCamiGioyGabo.
O quizás nos estemos pasando películas y no sea tan cierto que los tres pretendan pasar a retiro. Es posible que sea solo una táctica.
Quizás quieren ver cuántos likes reciben tras su anuncio. O acaso se trate de una maniobra distractiva para marear a sus oponentes. O quieren negociar algo, como cuando los "rostros" de TV o los futbolistas filtran a la prensa que recibieron una oferta de la competencia.
Mi verdadera tincada es que Boric quiere ser senador (y luego Presidente de la Nación), que Jackson quiere lo mismo y que Vallejo quiere exactamente lo mismo. El problema es que los tres suponen que volver a ser diputados, más que ayudar, los aleja de ese propósito.
Y es que los tres probablemente ya conocen el Sudeste Asiático, no tienen gato y se acostumbraron a comer en restoranes más que en el pasto de un parque.
¿Saben qué más? Creo que no tenemos de qué preocuparnos. Vallejo, Boric y Jackson se van a quedar en la política de todas maneras. #HayCamiGioyGaboParaRato.