En Europa, ese gigantesco
melting pot, se ha instalado la discusión acerca de qué es genuinamente europeo. La escritora croata Dubravka Ugresic pone el dedo en la llaga cuando reclama en contra de las etiquetas, que califica como interpretaciones abreviadas -y generalmente erradas- de una obra: un croata debe escribir sobre su país para no sonar impostado. Y cita el caso más extremo que ha encontrado, el de Joydeep Roy-Bhattacharya, nacido en Calcuta y licenciado en Filosofía en Estados Unidos, residente en Nueva York y autor de una novela sobre Hungría y el círculo de los intelectuales húngaros de los sesenta. Un lector de ese país se quejó:
"La novela trata de Hungría, pero de un modo indio. Sería mejor que escribiera sobre la India".
Todo esto viene a cuento porque el autor de
Criacuervo es un colombiano, Orlando Echeverri, pero buena parte de la historia transcurre en Alemania y los protagonistas son alemanes. La parte colombiana del relato se sitúa en el desierto de la Guajira y en la ciudad de Cartagena de Indias. Ese lugar se anuncia como un punto de reunión, donde los hermanos Zweig, Adler y Klaus se reencontrarán luego de más de diez años, acompañados también por Cora Baumann, el amor juvenil de Klaus. Pero, en realidad, el desierto de la Guajira funciona como un punto de fuga donde todo parece extraviarse o romperse, una suerte de maelstrom que si llega a devolver algo, lo entrega tan dañado que es apenas reconocible.
No solo la falsa etiqueta destaca a
Criacuervo en el panorama de la reciente narrativa latinoamericana. Echeverri desarrolla una historia, o dos historias, que se abren cuando los padres de Adler y Klaus, una pareja de biólogos, aparecen muertos en su auto en medio del bosque. El narrador omnisciente, la sucesión de hechos, la huida de todo lo que suene a introspección, el estilo vigoroso y lleno de aciertos que es tan fluido como directo, muestran a un escritor que se desmarca no solo de la geografía, sino también de un cierto modo de narrar que se ha popularizado en América Latina. De ahí que sea una novela inesperada, como un remolino feroz.
Orlando
Echeverri
Benedetti
Edícola Ediciones, Santiago, 2018.
200 páginas.