EN CORTO: ESTO ES COMO "BASTARDOS SIN GLORIA" ACELERADA CON HORMONAS ZOMBI. ¿Mala? Para nada, si uno sabe a lo que va: acción de cartón piedra, mucha adrenalina y, quizás lo más interesante, un subtexto listillo: el protagonista es "negro" (el notable inglés Jovan Adepo) y un chico de buen corazón que es parte de una misión seudo suicida justo antes del Día D. Un escuadrón mermado que debe derribar una torre de transmisión nazi, en una localidad francesa, y así ayudar al desembarco de Normandía. Pero lo que descubren tiene un semblante monstruoso y rima a todas luces con discriminación y racismo. Con secuencias de alto calibre adrenalínico, especialmente ese inicio en el aire y abordo de un bombardero, este divertimento que podría ser de un director como John Landis ("Hombre lobo americano en Londres") se mueve entre el exceso, el pastiche y un buen asentamiento dramático para los personajes. Lo que se da al final es una sorpresiva y buena película bélica de fantasía. Sí, sí, con J.J. Abrams como "productor", pero con la imaginería y oficio del director australiano Julius Avery, quien ahora pondrá estas mismas energías -espero- en el esperado remake de "Flash Gordon".
"Overlord". Drama. 2018. EE.UU. 110 minutos. 14 años.