El éxito y la presión del rating
Llevan 54 meses en el primer lugar de audiencia. Un tema que los llena de orgullo, pero con el que deben saber lidiar a diario, porque ser número uno significa también trabajar por seguir arriba.
Luis Jara: "Sí, se genera una dualidad entre alegrarse por el éxito sostenido, pero también la responsabilidad de que no podemos bajar los brazos. El soporte de este programa es el equipo que trabaja 24/7 y tener el foco muy claro en que nuestra línea es la entretención. Parece fácil, pero es trabajo de hormiga y de una planificación importante".
Karla Constant: "Creo que al programa le va bien porque siempre estamos pensando en conectarnos con la gente y ese es un trabajo que no para. Personalmente, me subí a este carro de la victoria de 'Mucho gusto' cuando ya era un programa consolidado, entonces, para mí fue un regalo estar acá, porque pude volver a un programa en vivo, que apunta a la familia, y en el que se pueden desplegar todas las destrezas como comunicador".
José Miguel Viñuela: "Yo llevo dos etapas distintas: la del 'Mucho gusto' anterior y la de este. Y hoy el canal es completamente distinto y me siento como si me hubiera subido a un Ferrari respaldado por un equipo detrás que lo sabe hacer muy bien.
Sobre el éxito, me parece que tiene que ver con que la gente conecta mucho con una tecla que hemos sabido trabajar, que es el humor. La gente lo pasa bien viendo el programa".
Tres animadores, ¿son multitud?
El modelo se implementó a partir de este año, tras la salida en febrero de Katherine Salosny y la confirmación del canal de que Karla Constant ocuparía su lugar. Además, José Miguel Viñuela se sumó como rostro masculino a Luis Jara, todos acompañados por una serie de panelistas; entre ellos, Ivette Vergara, Millaray Viera y Rodrigo Herrera.
¿Cuál es la dificultad de ser tres? y ¿dónde quedan los egos y las ansias por figurar?
J.M.V.: "El programa tiene tres animadores y una gran cantidad de panelistas que, me parece, es parte de la nueva televisión y de un modelo que funciona y que adoptaron todos los canales de la competencia. Lo importante es que cada uno tiene un rol determinado y, aunque es difícil organizarse, hemos ido logrando con generosidad darle espacio al otro para que se exprese".
L.J.: "Sinceramente, no está en nosotros la intención de figurar, porque los tres venimos de vuelta y hemos pasado por momentos buenos y oscuros en nuestras carreras. Yo, el ego lo dejé en mi casa, y ahora no quiero luchar por la figuración, sino que dedicarme a disfrutar. Además, el que a estas alturas del partido no entienda que nadie es indispensable en televisión, está muy mal".
K.C.:"Trabajar de a tres es difícil cuando no te conoces. Nosotros nos conocíamos, nos queríamos y nos caíamos bien. Tuvimos la disposición para que esto resultara y resultó, y hoy sabemos que la clave para que esto funcione es trabajar para el programa y no para sacar dividendos personales".
Un año de polémicas
La primera polémica del año se vivió por la salida de Katherine Salosny. Muchos culparon a Karla Constant por llegar a reemplazarla, hasta que el conflicto se diluyó cuando Salosny fichó por TVN. Meses después, un video donde Karol Lucero aparecía en una incómoda situación en su programa radial amenazó con salpicar la marca y, hace dos meses atrás, las redes sociales volvieron a encenderse cuando el actor Alejandro Goic abandonó el set para no compartir con Patricia Maldonado.
L. J .: "Quiero ser muy honesto y decir sobre el tema de Patricia Maldonado que en el momento no nos dimos cuenta de lo que pasó. Fue una situación inesperada y que ninguno de nosotros hubiera querido que pasara".
J.M.V.: "A mí, hasta ahora, ningún actor me ha hecho saber que tienen vetada a la Paty. Para nosotros es una situación bien delicada y hay que ser bien concreto: ella jamás ha ocupado la pantalla de Mega para hacer ningún tipo de manifestación política. Además, la gracia que tiene 'Mucho gusto' es el pluralismo y la diversidad, y me parece positivo que convivan distintas opiniones".
K.C.:"Además, la Paty no solo genera rechazo. Cuando ella entra al estudio, el
rating se dispara, entonces, uno no sabe si toda la gente que la odia la ve porque marca
rating y es una mujer valorada".
L.J.: "Hay que valorar también que la Paty tiene un talento artístico increíble. Traspasa una energía impresionante en pantalla y es capaz de sostener 45 minutos de monólogo, cosa que no hace nadie".