Ministro: Les agradezco el compromiso.
Empresario: Faltaría más.
Filántropa: Quiero empezar a dar, pero a dar con sentido, no sé si me entienden.
Rector: Perfectamente.
Banquero: Antes que dar pescados, hay que hacer otra cosa.
Industrial: Enseñar a pescar.
Rector: Para eso el ingeniero pesquero, el licenciado en ciencias pesqueras o el acuicultor.
Empresario: Porque no se trata de enseñar al tuntún.
Filántropa: Me encanta esa palabra. No quiero dar así.
Banquero: Me acordé del Tuntún Prieto.
Industrial: ¿El hijo del Bagre Prieto?
Ministro: ¡La Pesquera Prieto!
Filántropa: ¿Por qué no vinieron?
Ministro: No pudieron, pero también están comprometidos con el país.
Empresario: ¿Me dejan llamar a un gerente general de la Chile? Quiero que me mande un tuit.
Rector: Esos son peligrosos.
Filántropa: ¿Los tuits?
Rector: Los de la Chile.
Empresario: Es de la Chile, pero bien portado y escribe bien.
Banquero: El tiempo y el sueldo los ponen razonables.
Filántropa: ¿Les enseñamos a pescar con red o anzuelo?
Industrial: Descartemos la red, no se trata de pesca industrial y para eso estamos nosotros.
Ministro: Por eso están acá; gracias de nuevo por venir.
Banquero: Faltaría más
Filántropa: Tampoco se trata de dar por dar, no sé si me entienden
Rector: Perfectamente
Empresario: Yo sé que a ti te gusta la claridad.
Industrial: Soy claro para mis cosas: cielo o tierra, arriba o abajo, lado blanco o lado negro. ¿En qué lugar está usted rector?
Rector: Cielo, arriba, blanco.
Ministro: Y por eso están acá, justamente, para que entre todos enseñemos a pescar con anzuelo, según entiendo
Industrial: Tampoco se trata de que pesquen irresponsablemente.
Empresario: Se rompe el equilibrio natural.
Banquero: Nos condenamos todos.
Filántropa: Yo no, porque soy creyente.
Rector: Yo también.
Banquero: Obvio.
Empresario: Somos del mismo equipo.
Industrial: ¿Conocen el río Unalakleet, en Alaska?
Empresario: ¿Al que se va en hidroavión?
Industrial: Es la única manera de estar lejos de la gente.
Ministro: Pero acá estamos cerca.
Banquero: No te pongái latero.
Industrial: Me picó un salmón
king de unos cinco kilos. Figúrate la maravilla, cómo tiraba, figúrate la fuerza de ese bruto. Estoy en eso y de repente el guía dice: "Bear is coming".
Rector: Paso. Es muy temprano para mí.
Filántropa: ¡Me muero!
Industrial: Estoy hablando de un ursus, de un oso pardo de 500 kilos.
Empresario: ¿Qué pasó con el salmón
king?
Industrial: Se lo comió el oso.
Banquero: ¿Y eso qué quiere decir?
Industrial: No sé.
Rector: Inquietante.
Filántropa: ¿Y tú qué hiciste?
Industrial: Hidroavión y listo. Y acá estoy.
Ministro: Te agradezco el compromiso país.
Industrial: Faltaría más.