Señor Director:
Aula Segura tiene un problema de origen, y es que solo busca marginar a estudiantes con problemas de violencia y dar atribuciones innecesarias. Esto no se enfrenta creando guetos educativos, se hace hablando en serio sobre la violencia y su prevención.
El Gobierno no armó esta parafernalia cuando estudiantes movilizadas durante este año exigían desde liceos que se incluyeran sanciones para el acoso y abuso sexual en manuales de convivencia. De hecho, de forma intencionada, el Gobierno, con la agenda mujer, no se refiere a la demanda por educación no sexista y se omite un debate público con actores del mundo educacional. Misma situación con el petitorio del Colegio de Profesores, el que solicita mayores sanciones a apoderados que agreden a docentes. La falta de diálogo ya lleva dos paros a su haber y aún no se ven soluciones.
Lo que se necesita es sincerar el debate para no pervertirlo, y prevenir la violencia para evitar que Carabineros entre a los liceos y se criminalice la organización estudiantil. Que los estudiantes sean actores legítimos en su comunidad educativa y participen democráticamente es un buen inicio. Esto es retomar el carácter pedagógico y de formación de ciudadanía de la educación pública, y fortalecerla para cumplir esos propósitos es una necesidad. Esa omisión solo desvía focos y genera ilusiones en un debate urgente y necesario.
Karla Toro
Presidenta Federación de Estudiantes de la
Universidad de Chile