Muchas personas creen que van a ser decepcionadas. Seguramente fueron niños(as) que nunca vivieron nada pleno, siempre lo que vivían y recibían era menos de lo esperado, desarrollando inevitablemente un miedo a ser decepcionados en sus sueños y expectativas de amor. Ya adultos pueden sentir que van a fracasar, tal como sintieron que fracasaban en la infancia frente a las expectativas de sus padres y otros adultos. O, también, van a interpretar con frecuencia que han sido desplazados por otros en el amor y que hay otro que es el preferido. Esta última opción es la que origina los celos tempranos.
En el pasado, cuando las mujeres estaban reducidas a sus roles maternos y caseros, los celos eran corrientes en las mujeres, pero menos amenazantes. Ellas eran la realidad cotidiana y la fantasía estaba en otra parte. Curiosamente, como decíamos, la literatura describe que en esos tiempos la mayoría de las mujeres eran menos celosas. Porque el matrimonio era para siempre y la madre de los hijos tenía un enorme valor. Había un territorio propio que les daba seguridad. La infidelidad no estaba asociada al abandono.
En la vida moderna, si bien el matrimonio y su estabilidad siguen siendo un bien muy preciado, y por el que se pagan los costos que sean porque la familia tiene un enorme valor, la mujer de hoy no vive una infidelidad de su marido como un episodio posiblemente pasajero. La vive muchas veces como el peligro inminente de quedarse sola, de ser abandonada. Esta nueva mirada hace más conflictivas las relaciones y más peligrosos los celos. Los celos son una advertencia de lo peligroso, ya no una reacción al juego de un marido inmaduro o a un entusiasmo pasajero de la pareja.
Para hombres y mujeres, el miedo de perder la mirada de amor de su pareja es un dolor muy duro y que produce mucha inestabilidad. Lo que ha cambiado no es la parte de los celos relacionada con el amor, pero sí la relacionada con la pérdida. El dolor de perder el amor no es lo mismo que sumarle a la infidelidad y a los celos el miedo al abandono. La armonía que todos buscamos, porque es una condición de la paz, es muy difícil cuando los celos penetran una relación. A mayor inestabilidad, mayor incertidumbre. A mayor incertidumbre, mayor angustia.