SALIRSE DE LA FIESTA de disfraces es lo más complejo siempre en una recreación de época. "The Deuce", en su segunda temporada, sigue evitando ese riesgo gracias a una inmersión notable dentro del mito, y a la vez, dentro de lo que se supone fue la realidad de la subcultura del mundo porno, en el Nueva York de 1977. Como si se tratara de una novela negra, "The Deuce", en este nuevo ciclo hace crecer la tensión entre los hermanos gemelos Vincent y Frankie (un eficiente James Franco), el primero tratando de evitar la autodestrucción del segundo; y se muestra cómo la ahora actriz y directora Candy (una excepcional Maggie Gyllenhaal) intenta darles toques de arte a sus filmes porno en la sala de edición, discutiendo sobre sus referencias a "Busco mi destino". De narrativa líquida y provisto de un carácter que promueve la inmersión en la música y look de la época, "The Deuce" es una experiencia estética y ética de parte de su creador: David Simon, el genio detrás de "The Wire" y quien examina una vez más la falta de frontera entre la legalidad y la corrupción.
HBO, domingo, 22 horas.