El sábado, en el Aula Magna del Centro de Extensión de la Universidad Católica, se presentó el saxofonista Pablo Vega, acompañado por la pianista Eun Seong Hong, en el ciclo "Jóvenes solistas", del Instituto de Música UC.
El saxofón, inventado por Adolphe Sax en la década de 1840, durante mucho tiempo solo estuvo vinculado a la música de bandas militares. Paulatinamente se fue abriendo camino hacia la música popular, la bigband , el jazz y la música docta, dada la progresiva revelación de sus bondades: aúna las virtudes de las maderas con los volúmenes y sonoridades de los metales, además de grandes posibilidades expresivas. Hoy, el repertorio es abundante en todos los géneros, aunque un recital de saxo aún es novedad para muchos y permite el descubrimiento de muy interesantes compositores.
De la compositora francesa Fernande Decruck (1896-1954), se escuchó la Sonata en Do sostenido menor (1943), para saxo alto y piano, posiblemente la obra más conocida entre sus más de 40 composiciones para saxo. Decruck, además de compositora, fue una destacada organista y entre sus grandes méritos como maestra puede destacarse que tuvo como alumno a Olivier Messiaen. El lenguaje de su sonata posee guiños ravelianos y debussianos dentro de un discurso rapsódico de gran originalidad. Destacó el tercer movimiento, "Fileuse" (Hilandera), que cruzó como una virtuosa ráfaga y el cuarto, "Nocturno", donde después de un íntimo tema emerge sorpresivamente un repentino y tempestuoso final.
Paul Creston (1906-1985) fue un compositor norteamericano muy influyente en la década de los 50. Presidente de la Asociación de Directores y Compositores Americanos, su fama, que trascendió las fronteras de su país, comenzó a declinar frente a los nuevos lenguajes vanguardistas, respecto de los que Creston se mantuvo escéptico. Su Sonata opus 19 (1939) pertenece al canon de los recitales de los saxofonistas y alterna el vigor rítmico con melodismos cercanos a las songs norteamericanas.
Finalmente, del pianista y compositor cubano Andrés Alén Rodríguez (1950) se oyó su "Tema con Variaciones" (1987), donde a partir de un melancólico tema e incorporando ritmos de habanera y complejas acentuaciones, se culmina en una fascinante fuga con un sujeto jazzístico.
Pablo Vega fue un solista de calidad extraordinaria. Formado en la cátedra de Miguel Villafruela, ya ha obtenido premios en el extranjero que han reconocido con justicia su excelente técnica y elocuente musicalidad. En esta ocasión fue secundado por el impecable acompañamiento de la pianista Eun Seong Hong.