Fue una semana extraña esta que termina. No, no es verdad.
Comienzo de nuevo. ¡Qué semana más loca esta que culmina!
Todo comenzó cuando se conocieron los resultados de la encuesta Casen -que mide la pobreza y la vulnerabilidad en Chile- y quedó en evidencia que, pese a las promesas del gobierno anterior, la desigualdad no disminuyó... sino que aumentó. Confieso que hace algunos años escuché a mucha gente decir que eso era exactamente lo que ocurriría con el sueño refundacional del bacheletismo; pero confieso que no lo creí.
Pero está bien, supongo que todos tenemos derecho a equivocarnos. Los gobiernos también están compuestos por seres humanos.
Aunque otra cosa distinta es insistir en lo mismo cuando la evidencia prueba que uno erró el camino. Lo estoy diciendo de manera calmada... Porque no me digan que ustedes no se sorprendieron al ver al senador Quintana decir -tras develarse la encuesta Casen- que lo que había que hacer era ¡traer de vuelta su "retroexcavadora"!
Yo vi ese tuit o muy tarde en la noche o muy temprano en la mañana, porque pensé que estaba soñando. Era demasiado raro para ser cierto. Me hizo recordar a un señor que 30 o 40 años atrás decía poder pronosticar los resultados del fútbol y daba consejos sobre cómo hacer apuestas en la Polla Gol. Éramos creativos en esa época, y le llamábamos "el mago de la Polla Gol". Un amigo ingeniero me decía que apostar siguiendo sus pronósticos era algo así como el impuesto que debían pagar las personas que no saben de estadística.
Las cosas se volvieron más retorcidas en mi cabeza cuando leí lo de una señora Dorothy a quien estaban tratando de despedir de su trabajo. El problema es que ella era la subcontralora general de la República y quien la intentaba exonerar era su jefe, el contralor. Insólito era ver cómo cada uno acusaba al otro de actuar fuera de la legalidad. Ellos que son los guardianes de la legalidad. Tuve miedo.
Y más tarde ya casi me fui a negro cuando fui testigo de cómo dirigentes de izquierda presentaban una acusación constitucional para destituir a tres ministros de la Corte Suprema que en el pasado fueron convertidos en héroes por la misma izquierda gracias a varias sentencias suyas que en su época le parecieron muy gratas a la actual oposición.
"Es obvio que estoy soñando", pensé. Por alguna extraña razón se me había mezclado la actualidad nacional con alguna fábula. Y era obvio que se trataba del Mago de Oz. De otro modo, ¿por qué estaban allí Dorothy, el Espantapájaros (varios, en verdad), el Hombre de Hojalata y el León Cobarde?
¿Y si esto era así, el Mago de Oz sería el senador Quintana?
Mmm. Tuve que ir a Wikipedia a buscar el argumento completo del Mago de Oz para salir de la duda, porque la película la vi hace demasiados años ya.
Y sí. El creador de la "retroexcavadora" bien podría ser el Mago de Oz de esta historia. Primero, porque el Mago de Oz en verdad no tenía los poderes que decía poseer. Prometía que les daría a todos cuanto le pidieran. Pero al final solo les proveía ilusiones, simulacros, alegorías de realidad. Sueños incumplidos. Igual que la "retroexcavadora", que prometió igualdad y solo entregó interpretaciones sofisticadas sobre la encuesta Casen.