Ariana Grande - "Sweetener"
La carrera de Ariana Grande estará marcada por la tragedia para siempre. Uno de sus shows, el 22 de mayo de 2017 en Manchester, fue el objetivo de un ataque terrorista autoproclamado por ISIS que cobró la vida de más de 20 de sus fanáticos, en un recuerdo que conmemora cada vez que sube al escenario; y, así también, un remezón del que supo aferrarse para crecer compositivamente, de acuerdo a lo conseguido con "Sweetener", su primer disco después del atentado.
En su cuarto álbum de estudio, la artista estadounidense de 25 años convierte sus traumas en su trabajo más luminoso y complejo a la fecha. Desde "Blazed", junto a Pharrell Williams, que queda plasmada una sensación de equilibrio entre sonidos refrescantes y ritmos más cercanos a la oferta actual de la música pop. Aun así, se desmarca de los coros simples y las melodías extremadamente adhesivas, prefiriendo una búsqueda creativa más profunda, que hace que las canciones guarden detalles descubiertos después de un par de escuchas.
De la mano de productores como Scooter Braun (Justin Bieber), Max Martin (Taylor Swift) y el propio Pharrell, "Sweetener" se apoya en partes iguales de la voz primorosa de Ariana Grande -sus 37 segundos cantando a capela en "Raindrops (an angel cried)" no tienen desperdicio-; del compás urbano e irreverente de Nicki Minaj y Missy Elliot; y de un par de singles como "No tears left to cry" y "God is a woman" que funcionan dentro y fuera del disco. Y sin la necesidad de publicitarse desde lo ocurrido en Manchester, porque si bien los conceptos abundan, primero hay que interpretarlos.
James - "Living in Extraordinary Times"
Han pasado más de 30 años desde la creación de James, y luego de una década de los 2000 casi inadvertida para ellos, los titanes del indie inglés transitan por sus mejores temporadas desde los 90. Si en 2016 igualaron su mejor posición en los rankings británicos con "Girl at the end of the world", su sucesor "Living in Extraordinary Times" nos echa en cara que todavía tienen fuego al momento de sentarse a componer, explorando otra vez nuevos territorios musicales acogidos por la actualidad política y social mundial.
El título es claro, aunque podría ser tomado como sarcasmo u oportunidad en tiempos de Donald Trump al mando de Estados Unidos o del Brexit inquietando la forma en que se ha construido el Reino Unido. Sarcasmo por las decisiones del poder u oportunidad para edificar un pueblo aún más cohesionado, en dos opciones que se reflejan en canciones incómodas, de ensayo y error, con el vocalista Tim Booth cantando la rabia, el cansancio y la esperanza, como un grupo de cincuentones que no pudieron cambiar al mundo, pero ilusionados de haber dejado alguna enseñanza.
A nivel temático, el álbum podría asemejarse a "Spirit" (2017) de Depeche Mode, aunque "Living in Extraordinary Times" muestra un relato más hondo y difícil, sin parafernalia ni eslóganes. James cuenta hoy con ocho miembros regulares, la mayor cantidad de músicos que la banda haya tenido nunca, en una de las razones fundamentales detrás de ese sentimiento de renovación que inunda su discografía reciente. De continuar la tendencia, el próximo puede ser incluso mejor.