Fue una campaña dura, llena de acusaciones y desmentidos, con noticias falsas y un récord absoluto de violencia política, con más de 500 agresiones y 136 asesinatos a políticos. Es que las elecciones de hoy prometen ser cruciales para el desarrollo de México. Si los mexicanos confirman al izquierdista Andrés Manuel López Obrador como su primera preferencia presidencial, el país optaría por cambiar el modelo económico que en los últimos años reformó los sectores productivos clave y los abrió a la inversión privada, para apostar por una mayor intervención del Estado en la economía.

Está en juego mucho más que la Presidencia, aunque esa carrera es la que concentra la mayor atención. Están en juego gobernaciones (9), escaños en el Senado (128), en la Cámara Baja (500), alcaldías (1.613) y bancas en legislativos locales (972), además de otros cargos locales menores. Son 3.406 cargos de elección popular que por primera vez coinciden en una votación, debido a la última reforma al sistema.

La carga de trabajo es tanta, lo han admitido las autoridades electorales, que se han visto en apuros para capacitar a los miles de personas que van a asistir en las 157 mil casillas electorales para los más de 89 millones de electores. Solo en Ciudad de México, la Procuraduría General dijo que va a desplegar a más de 3 mil funcionarios, incluyendo agentes del Ministerio Público, policías de investigación, y peritos para apoyar a la fiscalía especializada en asuntos electorales.

Más que los cargos

Los comicios generales de hoy también ponen en juego puestos de trabajo, favores políticos y más de una situación judicial: corrupción. Hay varios gobernadores cercanos al Presidente Enrique Peña Nieto presos o fugitivos por este tipo de delitos, y la Primera Dama, Angélica Rivera, compró una casa por siete millones de dólares a un contratista gubernamental en un movimiento visto por algunos como irregular, aunque las autoridades rechazaron cualquier ilegalidad.

El escándalo más reciente es la compra de votos. Según la Encuesta Nacional Democracia Sin Pobreza, de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, al menos 30 millones de personas (de un electorado de 89 millones) tuvieron ofertas para recibir dinero -por lo general un billete de 500 pesos, cerca de 25 dólares- a cambio de su voto, y poco más de la mitad lo rechazó. Acción Ciudadana -que hizo más de 1.200 entrevistas- concluye que el oficialista Partido Revolucionario Institucional (cuyo candidato es José Antonio Meade), seguido del Partido de Acción Nacional (PAN, centroderecha, de Ricardo Anaya) encabezaron los esfuerzos. La coalición de López Obrador, Juntos Haremos Historia, apenas fue mencionada.

El panorama explica en gran medida por qué el candidato de izquierda lidera las intenciones de voto. Según el último promedio de encuestas de Oraculus, un sitio dedicado al estudio de los sondeos, el candidato de la izquierda nacionalista tiene 48,1% de apoyo, seguido de Anaya con 26,1%, y de Meade con 20,8%.

"AMLO da la imagen de honestidad", dijo a "El Mercurio" José Antonio Crespo, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas. "Lo que se traduce en la creencia de que podrá erradicar en buena medida la corrupción", sostuvo.

Y aunque en Ciudad de México algunos dicen que hizo una buena gestión cuando estuvo en el Distrito Federal (2000-2005) -Víctor, un taxista, recuerda los programas sociales para la tercera edad-, en realidad fue esquivo con la rendición de cuentas.

Los mexicanos, coinciden analistas y votantes consultados por este diario, están cansados de la corrupción, un fenómeno que aunque no es nuevo, ya no es tolerable.

Las elecciones de hoy tienen todavía otro récord más: el gasto.

De acuerdo con el último informe (aún preliminar) del Instituto Nacional Electoral, solo los candidatos presidenciales gastaron 678.769.000 pesos (unos 34 millones de dólares), el equivalente a 7,5 millones de pesos al día (376.000 dólares), en un país donde el sueldo mínimo al mes es de menos de 100 dólares. Y eso no tiene en cuenta las presuntas donaciones privadas directas para el financiamiento de campañas, que ninguno de los candidatos ha declarado, lo que ha hecho sospechar de la potencial influencia de dinero sucio en las elecciones.

Luis Carlos Ugalde, un ex presidente de la autoridad electoral, ha reconocido que los límites a donaciones privadas en México se pueden evadir fácilmente. En las elecciones de 2012, menos del 3% del financiamiento de campañas fue de donantes privados, según el INE. Ugalde, quien es director general de Integralia Consultores, trabajó con Mexicanos Contra la Corrupción en el informe Dinero Bajo la Mesa, que reveló que por cada peso que los partidos muestran de gasto de campaña hay probablemente 15 pesos que se entregan de forma oculta.

Vox populi ¿Por qué voto?

"Se lo debemos a México, por la situación política del país. Es radical hacer un cambio. No tengo tanta esperanza, pero hay que poner un granito de arena".
Alexis González,
Estudiante

"Realmente votaría por un cambio entre comillas, porque al final de cuentas todos los políticos buscan un interés propio".
Christián Lariz,
Comerciante

"Pues voto por tener un México mejor. Le falta seguridad. Pero casi todos los políticos son iguales".
Lupita Cruz Mateo,
Empleada doméstica

"Para que ahora sí haya más empleos en México. No hay que perder las esperanzas, a ver si es que ahora cambian".
Daniel Martinión,
Instalador de marmoles

"La realidad es que voto por el deber moral, la carga social. La mayoría de los mexicanos ya no confiamos en los políticos".
Ailed Menocal,
Empleada de una tienda de informática

"Para que mi voto no se vaya a nulo. No hay ningún candidato en el que tenga confianza de que vaya a cambiar las cosas".
Alondra Andrade,
Dependiente de una empresa