El equipo de "Comedia con fantasma" hizo de seguro un serio esfuerzo por presentar este divertimento escrito recientemente por el premiado autor madrileño José Ramón Fernández (de quien hace un lustro se estrenó fallidamente aquí "Nina", una de sus piezas más elogiadas). Pero eso no basta. Aunque se para en escena con dignidad, el montaje no da para llenar las expectativas del público que convoca la sala de la Corporación Cultural Las Condes, una platea formada mayormente por vecinos de la comuna, muchos de ellos adultos mayores, en busca de entretención grata y sin complicaciones.
Tal vez el pecado original fue la elección del texto, que se propone el desafío de hacer interactuar en la escena realista y con tono humorístico personajes vivos con una presencia venida del más allá, difícil exigencia superada con honores por muy pocos (se nos viene a la memoria la maravillosa "Ánimas de día claro", obra maestra de Alejandro Sieveking). La acción, movida por un elenco femenino de cuatro actrices de diferentes generaciones, requiere además en los 80 minutos que se toma de tres ambientes muy diversos en el reducido espacio escénico.
Al menos en lo que esta entrega ofrece, solo un espectador muy bien dispuesto puede inclinarse a aceptar que pertenece al género que se anuncia en su título. Sin un eje definido, la sencilla historia pronto se enreda. Trata de dos hermanas que, conversando en un parque, encuentran abandonada un ánfora cineraria. Deciden llevársela a casa y junto con la vasija va el fantasma de la difunta, que se corporiza para pedirles que investiguen cómo murió, cosa que ella no recuerda. Hacia el final todas viajan a una isla griega.
El recurso sobrenatural da una impresión forzada en este relato que poco a poco se revela, en vez de tierno o jocoso, sin gracia y hasta ñoño. Peor es que más adelante toca motivos ingratos, como muerte, alzhéimer y vejez desprotegida. Mauricio Bustos, que dirigió, ha declarado que para él el tema central gira en torno a la solidaridad entre mujeres. Pero esa idea se diluye desde que la actuación no aglutina, sino que separa a sus personajes. Consuelo Holzapfel y Carmen Disa Gutiérrez encarnan a la fantasma y la hermana mayor en estilo de comedia realista, ambas con competente oficio. En cambio, las otras dos actrices trazan caricaturas farsescas en desempeños externos que buscan la risa fácil, sin lograrlo. Por lo demás, el rol más juvenil luce demasiado vulgar para ser jefa de una agencia turística, y para convencernos de que pueda entablar una relación amistosa y cálida con las otras.
Corporación Cultural de Las Condes. Viernes y sábado a las 20:00 horas. Domingo a las 19:00 horas.- Hasta el 17 de junio.