Max Chávez y Nicolás Álvarez
A fines de 2017, la ex Presidenta Michelle Bachelet firmó el proyecto de ley que buscaba prohibir la entrega de bolsas plásticas en el comercio en las 102 comunas costeras de Chile. Esta es la situación con la que se encontró el actual Gobierno que, a través de una indicación sustitutiva, anunció hace tres semanas que buscará profundizar la medida y prohibir la entrega de bolsas en el comercio en todo el país.
Pero mientras ello ocurre, 58 comunas han regulado su uso a través de ordenanzas, algunas de las cuales son costeras. Así, en el 16,8% de los municipios del país se está limitando la entrega de bolsas plásticas, es decir, en uno de cada seis.
Ese es el caso de Las Condes, que actualmente permite solo tres por cliente y que, desde el jueves, las prohibirá totalmente en las principales cadenas de supermercados. Si bien existe un impedimento legal para que las municipalidades puedan prohibir totalmente su entrega a través de ordenanzas, el municipio logró limitar su uso llegando a un acuerdo con el comercio.
El alcalde de la comuna, Joaquín Lavín, asegura que anualmente en Las Condes se consumen 200 millones de bolsas plásticas y explica que "hemos logrado reducir a la mitad el consumo de estas en los supermercados". Agrega que desde el 17 de mayo la entrega de bolsas "se reducirá a cero".
Otras comunas donde se están desarrollando distintos tipos de restricciones son, por ejemplo, Lo Barnechea, Santiago, Independencia, Machalí y Temuco.
Dejar las bolsas
En promedio, en Chile se consumen alrededor de 200 bolsas al año por cada habitante, es decir, 3,4 millones de bolsas que terminan en la basura. De hecho, el 90% de ellas llegan a los rellenos sanitarios.
Para disminuir el impacto ambiental que tiene el plástico, la prohibición del Gobierno incluirá todo tipo de bolsas plásticas entregadas por el comercio, incluyendo las biodegradables, ya que algunos análisis científicos sostienen que estos productos deben ser tratados industrialmente para su degradación, lo que no sucede en rellenos sanitarios.
Sin embargo, Nicolás Bär, director ejecutivo de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico de Chile, dice que "este proyecto está hecho a la rápida y mal confeccionado". Agrega que como asociación no están en contra de regular el uso de bolsas plásticas, pero explica que prohibirlas podría generar mayor daño al medio ambiente.
"La cantidad de basura que se genera por año en Chile es de 3,2 millones de toneladas, de eso el 90% se bota en bolsas de plásticos, es decir, 2,8 millones. Si no hay bolsas disponibles, ¿cuál es la alternativa que propone la autoridad con ese problema que se va a generar?", dice Bär. Además, agrega, "las bolsas de papel tienen una huella de carbono enorme, porque hay que talar árboles y no tienen segundo uso, no puedes reutilizarlas".
Una investigación realizada por la Agencia de Protección Ambiental del gobierno de Dinamarca lo respalda. En la publicación analizaron cuántas veces necesita ser reutilizada una bolsa para tener impactos ambientales más bajos que una bolsa de polietileno, como las que se reparten en los supermercados. En el caso de una de papel, debe usarse, al menos 43 veces. Una de algodón, en cambio, en 7.100 ocasiones.
"En Barcelona te entregan una bolsa que tienes que comprar por 5 centavos de euro, y es una bolsa que es de 15 usos, es polietileno puro, con material 100% reciclado, no se prohíbe la bolsa. En Francia no se prohíbe; en Inglaterra no se prohíbe; en Alemania tampoco", asegura Bär. Agrega que no se permite su uso en "Kenia, Ruanda, Mauritania. No sé si son los países con los que nosotros queremos compararnos".
La prohibición del gobierno entraría en vigencia seis meses después de su publicación, si es que se aprueba el proyecto. Aunque en el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas, entraría en vigencia en dos años.
200
bolsas plásticas se usan al año en Chile por cada uno de los habitantes.
58
comunas han regulado su uso a través de ordenanzas municipales.
90%
de las bolsas utilizadas en el país terminan en un relleno sanitario.
2,8
millones de toneladas de basura se botan en bolsas de plástico.
Distintos tipos de regulación en el mundo
La gran producción de basura plástica ha sido una preocupación a nivel global durante la última década. Es por esto que distintos países han decidido regular el mercado de bolsas de polietileno para reducir la contaminación.
En Francia, por ejemplo, desde 2015 que fue aprobada la prohibición de entrega o venta de bolsas plásticas, pero solo en el caso de las que no han sido certificadas como biodegradables. En tanto, en Alemania los comercios minoristas cobran a los clientes un precio voluntario por las bolsas que entregan, mientras que los supermercados cobran alrededor de 15 centavos de euro por cada una. De esta forma los clientes utilizan menos bolsas y se incentiva a la reutilización.
Por su parte, China prohibió a las empresas la fabricación, venta y uso de bolsas plásticas de menos de 0,025 milímetros de espesor, ya que estas no pueden ser reutilizadas.
En África, en tanto, varios países han optado por la prohibición completa. Ese es el caso de Mauritania que eliminó su uso porque más del 70% de su ganado moría al comerlas. En tanto, Kenia, castiga con hasta cuatro años de cárcel la venta de ellas.