Cartas
Miércoles 04 de abril de 2018
TC y democracia
Señor Director:
Ante la reciente polémica en torno al Tribunal Constitucional (TC), conviene distinguir la paja del trigo. Una cosa es estudiar posibles reformas a sus facultades, a lo que sería insensato negarse a priori (la revisión judicial de las leyes es un asunto delicado y ampliamente discutido en el contexto internacional). Pero tanto o más insensato sería asumir que el TC es un organismo antidemocrático e ilegítimo por definición.
Una democracia constitucional se caracteriza por establecer límites y contrapesos para todo poder político, incluido el legislador. Es plausible buscar nuevos modos de articular dichos límites y contrapesos, pero negarles toda pertinencia implica desconocer la naturaleza y dinámicas propias de la democracia contemporánea.
Claudio Alvarado R.
Instituto de Estudios de la Sociedad
Ante la reciente polémica en torno al Tribunal Constitucional (TC), conviene distinguir la paja del trigo. Una cosa es estudiar posibles reformas a sus facultades, a lo que sería insensato negarse a priori (la revisión judicial de las leyes es un asunto delicado y ampliamente discutido en el contexto internacional). Pero tanto o más insensato sería asumir que el TC es un organismo antidemocrático e ilegítimo por definición.
Una democracia constitucional se caracteriza por establecer límites y contrapesos para todo poder político, incluido el legislador. Es plausible buscar nuevos modos de articular dichos límites y contrapesos, pero negarles toda pertinencia implica desconocer la naturaleza y dinámicas propias de la democracia contemporánea.
Claudio Alvarado R.
Instituto de Estudios de la Sociedad