Aunque la autoexclusión de Claudio Bravo se lleve la atención en la primera nómina de Reinaldo Rueda, hay algo más que un tufillo de renovación en el plantel de la selección que vale la pena resaltar, considerando que la palabra recambio para un técnico entrante siempre es un factor de riesgo asociado más al fracaso que a otra circunstancia.
Desde ya, con la ausencia de Bravo, las convocatorias para el pórtico son muy llamativas. Sin considerar a Herrera como casi seguro titular para el debut de Rueda ante Suecia, que Cortés y Collao sean los arqueros alternativos, relevando a Toselli, aporta una cuota altamente saludable en un puesto donde la figura del capitán tiene un carácter inamovible, aun cuando su rendimiento no sea el óptimo y la continuidad en el equipo que juegue tampoco sea la ideal. Sería, de hecho, muy interesante que Cortés tuviera minutos como titular en esta minigira para ir probando su tremendo potencial.
La no consideración de Gonzalo Jara es otro aspecto relevante de esta nómina. La experiencia del zaguero de la U, un número puesto en los pasados procesos, esta vez no fue un sustento poderoso ante su evidente irregularidad en el torneo local. Está claro que Rueda tiene respeto por las trayectorias, pero a su vez no posee ninguna carga sentimental histórica, y con Jara ya dio una señal clara. En contrapunto, las presencias de Paulo Díaz, de gran campaña en San Lorenzo, Roco, Maripán, Lichnovsky y Huerta dan prueba de que el seleccionador optó por el momento futbolístico de un sector específico en defensa, en el que Chile ha ido perdiendo fortaleza y requiere de una estructura renovada.
Hay otras aristas sugerentes. Si Valdés y Mora alcanzaron su madurez en México y logran repetir los destellos de talento que exhibieron en Audax Italiano, deberían generar una sociedad creativa y goleadora de altísima eficiencia. Lo mismo corre con Rodríguez y Sagal, que en la liga mexicana parecen recuperar un nivel más acorde con el potencial que mostraban en Huachipato y que el primero esbozó con Colo Colo. Si Bolados explota todo lo que insinuó cuando ocupaba las bandas en Antofagasta, debería disputar un puesto permanente en las nóminas.
El resto de los nombres no tiene que sorprender a nadie, partiendo por Pulgar que en Bolonia tiene un rendimiento por sobre el promedio. Rueda confirma que su encuentro con los "históricos" fue provechosa para comprometerlos y lo ratifica convocándolos, y seguramente poniéndolos como base titular ante Suecia y Dinamarca.
Sobre el caso Bravo, un acápite: si él pidió que se le eximiera, está en toda su razón para hacer pública su autoexclusión de la gira. Independiente de que sea el debut de Rueda en la selección, que se esté iniciando un nuevo proceso o que incluso el motivo para dispensarlo no fuera realmente de peso. Si la solicitud fue elevada a quienes correspondía, y no hubo respuesta -afirmativa o negativa-, lo de Bravo es razonable. Que haya hecho su reclamo por redes sociales es una decisión personal, que el arquero sabe muy bien que tiene sus consecuencias e interpretaciones mediáticas. Punto.