Atención a suscriptores
Su contrato de suscripción digital está por vencer. Para renovar por un año adicional presione aquí.
RenovarColumnistas
Sábado 10 de marzo de 2018
Consagrado en rodaje
"Hasta que, finalmente, Osaka abrió sus puertas en diciembre pasado, en el hotel NOI de Nueva Costanera. En un costado, con apenas un pequeño cartel, aparece un espacio que sorprende...".
Era otra de las reinauguraciones más esperadas. Hasta que, finalmente, Osaka abrió sus puertas en diciembre pasado, en el hotel NOI de Nueva Costanera. En un costado, con apenas un pequeño cartel, aparece un espacio que sorprende. Primero, la recepción (el bar sigue cerrado al público) para luego bajar a un sector dominado por una extensa barra, con un salón principal, un lounge y algunos privados. La tenue iluminación le da el toque a la decoración con tejidos, piedras, maderas y adobe traídos desde Perú. Un ambiente muy logrado, minimalista, con ese encanto refinado de los mejores restoranes de Lima. Simplemente, espectacular.
Para comenzar, Kani Kari: tres croquetas de jaiba "a su estilo", con mayonesa picante de piure. Desilusionantes, la verdad, salvo la mayonesa que estaba deliciosa. Mal inicio, aunque sin perder la esperanza. Después, Spicy tartar, con salmón, palta, negi y mayonesa picante: deliciosos y pequeños bocaditos llenos de sabor. Igual que el Poke salmón, una ensalada con lechugas asiáticas, palta y salsa yuzu: sorprendente por la mezcla de sabores.
Más tarde, un Sakana Ishiyaki, pescado blanco sobre una piedra caliente, salsa chamanquera y papas crocantes. Se pidió róbalo, pero llegó palometa. El garzón sostuvo el error y, como estaba apetitoso, se optó por dejarlo. Láminas apenas cocidas terminadas en la plancha: sencillo y logrado. Lo mejor, unas papas increíbles, crujientes por fuera y blanditas por dentro.
De postre, marquise de chocolate y pisco, con maíz chulpi garrapiñado y sorbete de frambuesa. Delicado y suave, aunque predominaba el sabor del pisco. El servicio, numeroso. No puede decirse que impecable... Con algunas descoordinaciones, muy amables, conste. Osaka es ya un nombre y un estilo consagrado. Exitoso en muchos países. Su cocina nikkei sorprende y encanta, aunque tiene que ir corrigiendo algunos errores, seguramente propios de la marcha blanca. ¡A los consagrados se les exige!
Osaka
Dirección: Nueva Costanera 3736.
Reservas: 223819070.
Precio por pareja: $ 70.000.
Cerrado domingo.
Para comenzar, Kani Kari: tres croquetas de jaiba "a su estilo", con mayonesa picante de piure. Desilusionantes, la verdad, salvo la mayonesa que estaba deliciosa. Mal inicio, aunque sin perder la esperanza. Después, Spicy tartar, con salmón, palta, negi y mayonesa picante: deliciosos y pequeños bocaditos llenos de sabor. Igual que el Poke salmón, una ensalada con lechugas asiáticas, palta y salsa yuzu: sorprendente por la mezcla de sabores.
Más tarde, un Sakana Ishiyaki, pescado blanco sobre una piedra caliente, salsa chamanquera y papas crocantes. Se pidió róbalo, pero llegó palometa. El garzón sostuvo el error y, como estaba apetitoso, se optó por dejarlo. Láminas apenas cocidas terminadas en la plancha: sencillo y logrado. Lo mejor, unas papas increíbles, crujientes por fuera y blanditas por dentro.
De postre, marquise de chocolate y pisco, con maíz chulpi garrapiñado y sorbete de frambuesa. Delicado y suave, aunque predominaba el sabor del pisco. El servicio, numeroso. No puede decirse que impecable... Con algunas descoordinaciones, muy amables, conste. Osaka es ya un nombre y un estilo consagrado. Exitoso en muchos países. Su cocina nikkei sorprende y encanta, aunque tiene que ir corrigiendo algunos errores, seguramente propios de la marcha blanca. ¡A los consagrados se les exige!
Osaka
Dirección: Nueva Costanera 3736.
Reservas: 223819070.
Precio por pareja: $ 70.000.
Cerrado domingo.
Síguenos en
Ediciones anteriores
