Donald Ray Pollock debutó en español en la desaparecida editorial Libros del Silencio, de manera que es muy oportuno su rescate. Knockemstiff es un pueblo situado en una hondonada en Ohio. Las emanaciones que provienen de una fábrica de papel hacen que todo huela a huevo podrido (y en una casa rodante desastrada la cosa puede ser todavía peor: "En los días de calor, el hedor a excrementos de desconocidos flotaba en los cuartos angostos igual que la espesa niebla del fracaso"). Es que si hay un compendio de miserias, dolores y bajezas, sin espacio alguno para la esperanza o la dignidad, es este, el volumen de cuentos que el autor bautizó con el mismo nombre del pueblo. Aunque Chuck Palahniuk haya dicho que se trata de "historias ágiles y divertidas sobre la gente triste más triste que jamás se haya visto", el libro es más bien lúgubre, abyecto y desolador. La vida de los blancos pobres en Estados Unidos ha sido narrada de muchas formas, pero quizá nunca con tan marcado énfasis en la miseria moral y física aparejada con pobreza crónica, el medioambiente degradado y la total ausencia de oportunidades. Si alguna vez da risa, es esa risa nerviosa que sacude el cuerpo cuando, por ejemplo, alguien se da un tremendo porrazo en la calle.
Un fisicoculturista aspirante a Mister Ohio que en la noche más fría del año exhibe sus músculos hinchados de esteroides delante de un local de McDonald's puede ser un espectáculo patéticamente divertido, pero solo hasta que su corazón artificialmente agigantado deja de latir. Drogas, ilusiones rotas, cuerpos inflados, dientes podridos, niños mudos o retrasados, adolescentes con el cerebro frito por un imposible cóctel químico, psicópatas, violencia siempre a flor de piel, dan forma a un paisaje tan degradado y malsano que realmente parece ser el último desecho, el borde del infierno, el resumidero de las pesadillas. "Cuesta creer que haya gente tan pobre en este país. Viviendo en el país más rico del mundo", dice uno de los pocos visitantes que llegan al pueblo, atraído precisamente por su extraño nombre: "Knock'em stiff" se puede traducir como "Golpéalos hasta dejarlos tiesos" o, en el castellano de Chile, "Sácales la cresta". Un pueblo con ese nombre no puede tener un buen destino y eso es lo que se manifiesta en estos relatos. Nadie puede tener una vida distinta, singular, mínimamente digna, si está enterrado en esa hondonada engañosamente verde.
Donald Ray Pollock
Literatura Random House,
Barcelona, 2018.
224 páginas.