Aquí no hay términos medios. Cuando recién abrió sus puertas, La Calma, en Nueva Costanera, recibió el aplauso de la prensa especializada. Les gustó. Y mucho. Sin embargo, la experiencia de otros no fue muy exitosa. Desilusionó. El servicio, por ejemplo, era muy desinformado: "los locos vienen crudos...", fue uno de los hitos de una anterior visita. El pan no llegó nunca y a los platos les lloraba un acompañamiento.
Luego de unos siete u ocho meses, el local, a cargo del joven chef Gabriel Layera, descendiente de una dinastía de reconocidos cocineros, seguía su marcha y había que comprobar cómo seguía. Para comenzar, el servicio cambió totalmente. Informados, eficientes y preocupados de todos los detalles. Llegaron también unas pequeñas tajadas de un pan (que nunca se supo de qué eran, eso sí) acompañadas de un pebre de cochayuyo.
Una carta corta y precisa, que cambia a diario según lo que entregue el mar. Porque aquí la cosa va por pescados y mariscos. Productos de gran calidad, difíciles de encontrar habitualmente, como las chochas de Coquimbo, las lapas, los caracoles, la vieja o el róbalo de Valdivia.
Las navajuelas al ajillo, de sorprendente tamaño, resultaron deliciosas. Las ostras, sin grandes comentarios. El congrio colorado a la plancha venía en un pocillo redondo, tal cual, sin nada que lo distrajese. La corvina confitada en aceite de oliva, como recién salida del mar y apenas cocida para resaltar su textura y sabor.
A diferencia de sus inicios, ahora hay acompañamientos, sencillos y sin gran novedad. Definitivamente, no son tema y, además, venían aliñados con demasiado limón. Dos opciones de postres, en el que el cremoso de chocolate con salsa de toffe resultó muy logrado.
La Calma es un lugar absoluta y totalmente minimalista. Sin ornamentaciones de ningún tipo ni puestas en escena; aquí lo central es el producto. Buenísimo, fresco y exclusivo, no hay duda. La cocina apenas interfiere en su preparación. Sin embargo, a pesar de ser una apuesta seria y diferente, le falta encanto. O se ama o no se vuelve a repetir la experiencia. Dicotomía total.
LA CALMA
Dirección:
Nueva Costanera 3832
Reservas:
22667 4416
Precio por pareja: $66.000
Cerrado lunes y domingo