El último de los tres estrenos programados por el XXV Festival Santiago a Mil, "Astronautas", es -al igual que la novedosa "Democracia"- una coproducción binacional, en este caso chileno-argentina. Quien escribió y dirigió los 80 minutos que dura, el bonaerense Mariano Tenconi (35), invoca como fuentes de inspiración la frescura creativa y libertad rompe-esquemas de los chilenos Juan Emar y Vicente Huidobro, y de la canadiense Margaret Atwood. Pero en verdad el resultado ni siquiera merece ser calificado dentro del género "disparate cómico"; se ubica más abajo, cerca de la astracanada.
Con una atractiva idea de base -ficcionar una 'odisea del espacio' nuestra, sudamericana, ¿por qué no?- elabora una fantasía futurista liderada por dos heroínas, además, maduras. En 2618, una astronauta chilena y otra argentina quedaron varadas en un remoto planeta desconocido tras averiarse su nave. La endeble dramaturgia se nutre de sus insólitas aventuras que desarrolla en escenas sumamente básicas, saltando de una cosa a otra sin transición. Se puede decir que esta obrita tiene la densidad de un espectáculo para niños, pero destinado a un público adulto de mentalidad algo infantil.
Lo que se ve y se oye no solo es latero, sin gracia y pobre como ocupación del escenario. En vez de mostrar solidaridad de género en su situación desesperada, las viajeras intergalácticas se revelan recíprocamente hostiles, dando una impresión ingrata que empeora con las rencillas nacionalistas. Peor aún, es de abundante mal gusto: estas señoras se pedorrean, se suenan con los dedos, defecan en escena, lanzan listas de apelativos populares para el pene, se fornican a un muerto para quedar embarazadas y después se comen al futuro padre. Todo eso quiere ser jocoso, pero no lo es.
El relato se acompaña con música ejecutada en vivo a un costado, que no suena mal. Las ejecutantes, en cambio, actrices competentes, hacen un esfuerzo digno de mejor causa; aquí claramente la chilena Ximena Rivas y la argentina Claudia Cantero están desperdiciadas.
¿Por qué se eligió a Tenconi? Porque en Buenos Aires lo tienen como el nuevo talento prodigio del circuito teatral 'off'. Otros opinan, por el contrario, que edificó su prestigio sobre el unipersonal "La fiera", única obra suya -dicen- de veras con interés. Santiago a Mil la dio en nuestro medio en 2015 y aparte de cierta originalidad, no nos dejó con la boca abierta. Hace un par de meses el GAM presentó un montaje regional trasandino de otro texto de Tenconi, "Quiero decir te amo", no dirigido por él, que dividió al escaso público que lo vio: más que un melodrama, un telenovelón, dijeron quienes no la disfrutaron.
Teatro UC. Hoy y mañana a las 20:30 horas.